El Banco Santander ha conseguido rebajar las consecuencias de la condena en la que debía pagar 68 millones de euros a Andrea Orcel por su frustrado fichaje. El juez, considerando que no tuvo en cuenta algunos detalles en su primera sentencia, ha remitido un escrito a las partes donde rectifica su decisión.
El magistrado Javier Sánchez Beltrán ha tenido en cuenta que el banquero italiano ya había recibido una parte del bonus que le correspondía, por lo que se ha descontado del montante de la indemnización junto a la ecualización fiscal que pidió. Se rebaja el apartado del bonus desde los 35 millones de euros originales a 18,6.
La totalidad de la indemnización quedaría en 51,4 millones. De estos, 17 serían la prima de fichaje, 5,8 a dos años de sueldo, 10 por daños morales y 18,6 el apartado del bonus. Aun así, los recibirá en diferido en forma de acciones de la entidad.
Un fichaje frustado y caro
El origen de la demanda se sitúa en el año 2019, cuando no se completó su incorporación como consejero delegado de la entidad. En ese momento, Andrea Orcel, que había abandonado UBS para incorporarse al banco español, reclamó 112M€ acorde al contrato firmado con el banco.
La entidad alegó que la oferta que se envió al italiano no era un contrato con plena validez, ya que no había recibido el visto bueno del consejo o los accionistas. La propia Ana Botín, presidenta del grupo, explicó que la ruptura de las negociaciones se produjo por la falta de flexibilidad que presentó el propio Orcel en una etapa donde acababan de presentar un ERE.
No obstante, el juez consideró el contrato «válido y perfecto» pues contenía oferta, aceptación y consentimiento. Ahora falta esperar, una vez rectificado el magistrado, a que las partes presenten sus recursos.