MADRID, SPAIN - DECEMBER 11: Tamara Falco attends Tanqueray event at Plaza de la Independencia on December 11, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Europa Press Entertainment/Europa Press via Getty Images)

Tamara Falcó ha sido conocida desde pequeña por ser la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó (el que fuera marqués de Griñón). Sin embargo, con el tiempo, esa etiqueta ha dado paso a la de empresaria y diseñadora, embajadora de prestigiosas firmas, influencer (la VI marquesa de Griñón tiene más de un millón de seguidores, lo que la ha llevado a formar parte de la lista FORBES de Best influencers 2021), y cocinera.

Fue en 2018, cuando Falcó conquistó al público y al jurado de Masterchef Celebrity 4, y se convirtió en la ganadora de las televisivas cocinas. ¿El premio? 75.000 euros que donó a la ONG Mensajeros de la Paz y un curso de cocina creativa en el Basque Culinary Center. Al acabar, su recién descubierta pasión por la cocina la llevó a formarse en Le Cordon Bleu Madrid, dónde ha obtenido su diploma que la acredita como profesional en este campo.

Aunque se desconoce si Falcó tiene en mente algún tipo de plan de lanzarse empresarialmente al mundo de la hostelería, la marquesa de Griñón ya se ha atrevido a lanzar su primer libro: Las recetas de casa de mi madre, «un libro lleno de recuerdos e historias con mi familia», según relata ella misma en su cuenta de Instagram.

Embajadora de prestigiosas marcas e impulsora de su propia firma

Más allá de la cocina, la vida de Falcó está muy unida a la moda. Así se refleja enn sus publicaciones de Instagram, donde cuelga numerosas fotografías en las que promociona con frecuencia diferentes firmas como Tous o Sisley (también otras que no pertenecen al sector, como Nestlé). Pero Tamara Falcó es mucho más que imagen, también es la mente creativa detrás de su propia firma, TFP by Tamara Falcó, relanzada a principios de este año.

La falta de tiempo debido a otros compromisos, la pandemia y sus diferentes asuntos personales se han reflejado en las cuentas de la firma cuyos activos pasaron de los 106.322,41 euros en 2019 a los 19.647,24 euros en 2020, ejercicio que cerraba con 640,50 euros, frente a los 71.191,91 euros registrados el año anterior.

Tras varios meses parada y entre rumores de que podría cerrarla en cualquier momento, Falcó —que fundó la firma de moda en 2018— sorprendía a sus 37.800 seguidores el pasado mes de febrero con el lanzamiento de una nueva colección. La hija de la Preysler demuestra así que, lejos de tirar la toalla, apuesta por su negocio con la ayuda de una socia que se encargará de la parte logística de la empresa.

«Me he asociado con una empresaria que tiene una trayectoria importante en el mundo de la moda y que tiene su propia marca», confesaba a Vanitatis, matizando que la marca continúa siendo suya y seguirá encargándose de la parte creativa. La hija del fallecido marqués de Griñón gestiona su marca de moda bajo la sociedad Gypset Living, constituida con un capital social de 3.006 euros y de la que es administradora única.

Apuesta por los negocios familiares

Tamara Falcó no solo usa su poder en las redes para beneficiarse a sí misma, también le sirve para ayudar a promocionar los negocios de sus hermanos. En sus fotos se puede ver a la empresaria usando gorras de Cocowi Brand, una firma fundada por Ana Boyer, hermana de Tamara Falcó, y su marido, el tenista Fernando Verdasco, a mediados de 2020.

También es seguidora en redes sociales del proyecto vinícola de su hermana mayor Xandra Falcó (a la que ha dedicado una página de su libro). La presidenta del Círculo Fortuny se alió hace unos meses con la bodega Sierra Cantabria para producir un vino «rosado, floral, vibrante y lleno de emoción» que lleva su nombre, XF Sierra Cantabria. En el perfil de la marca, se pueden leer opiniones de la hija de Isabel Preysler con frases como: «Que delicioso XF».

Asimismo, Falcó es seguidora del perfil de Instagram de Carmen Borja, la empresa de decoración con la que colabora su hermana Chábeli Iglesias desde finales de 2020. Con estos gestos, la socialité demuestra el apoyo a los negocios empresariales de sus hermanos. Una auténtica publicidad por la que numerosas marcas estarían dispuestas a pagar altas cifras.