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Consultoría social y de género, un nuevo camino a la innovación

Existe una estrecha relación entre los servicios de consultoría con la innovación, pero poco se habla del vínculo con la diversidad. La clave está en llevarlas de la mano; un concepto bastante pionero, que se conoce como innodiversidad.

El sector de la consultoría en España mantuvo estables sus ingresos en 2020 (crecimiento del 0,14%), según datos de la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC). Además, dicho sector, que forma parte del 1,3% del PIB, prevé un crecimiento del 6,2% en 2021, cuando el asesoramiento de las empresas de consultoría se está convirtiendo en esencial para la realización de proyectos financiados con los Fondos Europeos en el camino hacia la recuperación económica.

Existe una estrecha relación entre los servicios de consultoría con la innovación, pero poco se habla del vínculo con la diversidad. Por eso, dentro de esta categoría, existe una nueva oportunidad para aquellas consultoras sociales que gestionen proyectos de RSC, diversidad e inclusión, bienestar y conciliación. La clave está en llevar innovación y diversidad de la mano; un concepto bastante pionero, que se conoce como innodiversidad. Según Celia de Anca y Salvador Aragón, investigadores del Índice de InnoDiversidad, dicho concepto se define como “la capacidad organizativa para gestionar conjuntamente diversidad e innovación para mejorar la competitividad de las empresas”. Se trata de un estudio único en España, realizado por Fundación Diversidad y Fundación IE, que mide cómo las empresas gestionan estratégicamente la Innodiversidad para mejorar su ventaja competitiva. Según los últimos datos, 8 de cada 10 empresas han prestado especial atención a la gestión del talento femenino durante la pandemia.

El primer paso para innovar es contar dentro de la empresa con diversidad de personas. Por poner un ejemplo muy sencillo, sería complicado vender productos de higiene femenina pensados por hombres. Debes contar con mujeres en diferentes procesos: marketing, diseño, producción, distribución, experiencia cliente, etc. Esto es debido a que cada colectivo tiene necesidades distintas. Por lo tanto, si sabes gestionar bien el talento diverso de tu organización para dar respuesta a esas necesidades y emociones, mejores resultados obtendrás. Pero, claro, esto no sólo se consigue contratando perfiles de diferentes edades, sexo, orientación sexual, nacionalidades… Hay que estar bien preparados y formados para saber gestionar esa diferencia.

El 51% de la sociedad pide líderes inclusivos

Necesitamos líderes (hombres y mujeres) que crean en la igualdad entre hombres y mujeres y sepan transmitir esos valores a toda la organización. Según el análisis de tendencias de Alares, el 51% de las personas considera necesaria la formación en temas de igualdad y diversidad por parte de sus superiores. Empresas como Alares desarrollan planes de formación y sensibilización en igualdad de género dirigida a la comisión negociadora, comité de dirección, personal directivo, managers y plantilla. Llevamos más de 20 años concienciando sobre esta tarea, cuando apenas se conocía lo que era la brecha de género.

Alares también es pionera en la creación de un protocolo de prevención de acoso sexual y por razón de sexo en el sector privado. Pero una de las acciones que más sorprenden cuando hablamos sobre el Plan Alares 360º y los servicios de bienestar y conciliación para los empleados de las empresas, es el módulo sobre violencia de género. Dicho programa consiste en teleasistencia 24 horas, ayuda legal y psicólogos especializados para las víctimas de violencia de género, independientemente de que esa violencia se produzca en el entorno laboral o personal. La razón es muy sencilla. De las 29.215 mujeres víctimas de la violencia de género registradas en España, casi el 50% tenían entre 30 y 44 años, es decir, se encontraban en edad laboral; por lo que posiblemente alguna de ellas es compañera en nuestras organizaciones. ¿Acaso no crea esta violencia un impacto que también nos afecta en lo laboral? Si acompañamos a un trabajador/a en distintas facetas de su vida (matrimonio, nacimiento, duelos…) ¿por qué no hacerlo si sufre algún tipo de violencia? Esto es una obligación moral. Y cada vez más, una obligación legal.

Un año de la normativa empresarial en materia de igualdad

Se va a cumplir un año desde que el pasado 14 de octubre de 2020 las empresas tengan nuevas obligaciones en materia de Planes de Igualdad e Igualdad retributiva. Los dos nuevos decretos (Real Decreto 901/2020, y 902/2020 del 13 de octubre) se dirigen a todas las empresas de más de 50 empleados en relación a la obligación legal de Planes de Igualdad e Igualdad Retributiva.

En esta nueva normativa hay aspectos no regulados anteriormente, y tan relevantes como: Cómputo de personas trabajadoras para determinar la obligatoriedad; Datos y criterios específicos a incluir en los diagnósticos y planes de igualdad, que deben ser aprobados, además, por la comisión negociadora; Constitución de la comisión negociadora, y plazos de negociación con los comités de Empresa o sindicatos; Registro Retributivo; Contenido de las auditorías salariales incluidas en el Plan de Igualdad, basada en una valoración de los puestos de trabajo; Protocolo de prevención y actuación para casos de acoso; Evaluación intermedia y final obligatorias, sobre de las medidas del plan de igualdad y Procedimiento de registro del Plan de Igualdad.

Por lo tanto, son necesarias organizaciones especializadas en hacer diagnósticos de la situación de igualdad de género en la empresa, creación o revisión del Plan de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y registro retributivo y auditoría retributiva, entre otras funciones.

Las empresas necesitan ayuda para promover la igualdad, la integración de personas con discapacidad, la gestión de la diversidad y la prevención de la violencia de género. En nuestro caso, creamos programas sociales para toda la plantilla, que computan como compra responsable, ya que todos los servicios pueden ser gestionados a través de nuestro Centro Especial de Empleo, cumpliendo con la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. Además, creamos el Certificado y Sello Alares ESR de Empresa Socialmente Responsable con la Plantilla, otorgado por nuestras fundaciones, Fundación Alares y Fundación Diversidad. Se trata de una visión 360º de la consultoría y de los ODS. Diversidad al servicio de la innovación y viceversa. La una sin la otra no es sostenible.

**Mar Aguilera, Directora de Fundación Alares

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