Todos hemos encontrado gente que se jacta de lo poco que duermen cada noche o cuántas horas trabajan cada día. Alardear sobre el estrés nos hace sentir importantes. Después de todo, sólo aquellos que son poco ambiciosos o poco inteligentes tienen tiempo libre, ¿verdad?
Ahí es donde estamos todos tan, tan mal. Es cierto, ser un empresario es más estresante que trabajar en un trabajo típico. Una gran razón por la que iniciar un negocio es estresante es porque, en realidad, un empresario es un líder. No sólo está persiguiendo su sueño, sino que está convenciendo a otras personas para perseguirlo con él. Pero para hacerlo bien, necesitas aprender a manejar y reducir el estrés siempre que sea posible.
1. Olvidar las cosas
El estrés a largo plazo realmente lastima tu memoria considerablemente. Eso significa que mientras que piensas que estás trabajando más rápidamente, es probable que te olvides de puntos importantes. Si eso no es lo suficientemente aterrador, hay algunos datos que sugieren que estos efectos pueden ser permanentes, ya que en realidad hace que tu cerebro envejezca más rápido.
2. Enfermas más
¿Pensar que tomar una hora de descanso para almorzar o para dar un paseo es demasiado tiempo para estar fuera de tu horario agitado?
Resulta que ese estrés hará que tu cuerpo esté desesperado por una manera de aliviarlo, incluso si tu cerebro no está de acuerdo. Si te estás volviendo loco por mucho tiempo, tu cuerpo realmente suprimirá tu sistema inmunológico, lo que significa que no sólo tendrás más probabilidades de enfermarte, sino que tardarás más en combatirlo. Trabajar fuera ayudará a limitar el daño.
3. Más propenso a los estallidos
Como empresario, sabes lo importante que es mantener tu calma, pase lo que pase. En el curso de una semana, puedes estar sujeto a tener un potencial inversionista crítico de tu negocio, un cofundador no está de acuerdo contigo acerca de una decisión importante y un fallo de software. Pero a lo largo de todo eso, lo peor que podrías hacer es azotar a la persona o herramienta que te está frustrando.
Si mantienes un nivel sólido de estrés, se desgastará el autocontrol y la capacidad de mantener la estabilidad emocional, hasta que un día te encuentres trabajando en un ambiente insostenible.