Desafortunadamente, los empleados de alto nivel a menudo se quedan cortos. Resultados significativos de un estudio informal de 2016 por Comparably, revelan que la comunicación es lo que los líderes necesitan para mejorar en la mayoría.
No hay razón para mantener a los empleados en la oscuridad, y aún así sucede. Un estudio de Leadership IQ encontró que menos de la mitad de los empleados saben si están haciendo un buen trabajo.
Cuando los empleados no están seguros de dónde están, pueden ponerse estresados e incluso empezar a desentenderse. Una buena regla en general es nunca asumir que los empleados saben lo suficiente y evitar ocultar la información importante.
Consejo: Crear una cultura de transparencia. Ser claro con todos. Articular lo que se espera del personal y proporcionar descripciones detalladas al asignar tareas.
Mantén a los empleados en el bucle, especialmente en lo que respecta a las noticias importantes de la compañía y los próximos cambios. No dejes que adivinen y se preocupen por cualquier cosa que involucre su seguridad laboral.
Para combatir la cuestión de los empleados que no saben dónde están a los ojos de la empresa, se centran en consistentemente proporcionarles retroalimentación constructiva. Realiza evaluaciones de desempeño de manera regular para que sepan dónde están teniendo éxito y donde necesitan hacer mejoras.
Hacer comentarios unilaterales
Las discusiones durante las evaluaciones de desempeño de los empleados deben ir en ambos sentidos. Cuando no lo hacen, los empleados se sienten menospreciados porque no se les da voz. ¿Cómo se supone que deben reaccionar cuando se les dan conferencias y no se escuchan?
Consejo: A los empleados les encanta dar su opinión, así que hazlos sentir cómodos haciendo esto. Busque activamente retroalimentación para que comience a ofrecer sugerencias e ideas sobre cómo las cosas podrían funcionar mejor.
Asegúrate de tener en cuenta sus comentarios y seguir con ellos en algunas de sus principales preocupaciones. Por ejemplo, si sugieren una nueva política de correo electrónico para minimizar las distracciones, anunciar un cambio e implementalo para ver si es efectivo. Si no es así, explícales por qué es contraproducente. No importa el resultado, siempre expresar gratitud porque su acto de hablar muestra que se preocupan por la empresa y quieren ser parte de su crecimiento.
Además de esto, realiza encuestas sobre una base regular para mantener dos dedos en el pulso de la participación de los empleados y la satisfacción en el trabajo. Reunir algunas ideas sobre cómo se siente el equipo, y empezar a tomar medidas cada vez que hay una notable disminución en la felicidad y la productividad. Asegúrate de recordar a los empleados que las encuestas les dan la oportunidad de mantener el anonimato y dar una perspectiva honesta sobre la organización.
Crear distancia
A veces, los gerentes son casi nunca vistos por el personal. Viven en un mundo completamente diferente y rara vez salen de su oficina. Esta distancia es desagradable y puede dejar a los empleados con un mal sabor en la boca, lo que lleva a sentimientos de desconfianza.
Esto es mucho más frecuente de lo que uno puede pensar. La Encuesta de Trabajo y Bienestar de 2014 de la Asociación Americana de Psicología encontró que el 25 por ciento de los 1.562 trabajadores estadounidenses que respondieron no confían en su empleador. Menos de la mitad de ellos consideran que su empleador es sincero con ellos y abierto.
Consejo: Este es uno de los consejos más simples, estar presente. Eso significa saber manejar las cargas de trabajo para crear tiempo suficiente para estar en las líneas de frente. Estar disponible para ayudar con los niveles más bajos no es sólo un movimiento político – hace que los empleados felices y muestra una inversión en ayudarles a mantener la productividad.
Saltar y ayudar cuando sea necesario. Para los gerentes y supervisores que luchan para cambiar sus malos hábitos, les ofrecen cursos de liderazgo. Aprenderán los elementos básicos de un liderazgo fuerte, pero también mejorarán su gestión del tiempo.
Cuando los gerentes pueden controlar su carga de trabajo y aprender a equilibrar su interacción con su personal, los empleados verán a sus supervisores inmediatos más y sentirán un mayor sentido de respeto y confianza en ellos. Habrá más comunicación entre jefes de departamento y trabajadores.
Ignorando el éxito
Los empleados no necesitan la alabanza constante, pero cuando son llamados solamente para lo que no hicieron, pueden conseguir frustrados. El volumen de negocios subirá cuando la única cosa que los empleados oigan es cómo se están quedando cortos.
Consejo: Utiliza un programa de reconocimiento de empleados para premiar estratégicamente a los empleados por sus éxitos. Crear una cultura de reconocimiento al elogiarlos públicamente. Cuanto más a menudo los empleados reciben palmadas en la espalda y cuanto más ven que sus colegas son recompensados, más independientes y comprometidos en su desempeño se convertirán.