# 1 Asumir la responsabilidad
Trabajar junto con un equipo pequeño que necesita cuidar todos los aspectos de un negocio significa que tendrás un impacto mucho mayor en el éxito de la empresa. Esto también se traduce en una mayor responsabilidad de todos y cada uno de los miembros. En cambio, ir a una gran compañía significará muy poca responsabilidad y espacio para desarrollo personal.
# 2 Expandir sus habilidades
Con la mayoría de las compañías obtendrá una descripción exacta del trabajo, por lo que las tareas que necesita completar se limitarán generalmente a eso. El entorno de una startup no podría ser más diferente: precisamente debido al hecho de que el equipo es pequeño y las responsabilidades son muchas, hacer varias cosas muy diferentes a la vez es común.
# 3 Interactuar con los empresarios
Las startups están fundadas por gente visionaria que trabajará apasionadamente para hacer que sus ideas cobren vida. Son personas creativas con una visión empresarial de la que todos podemos aprender. Incluso como interno puede interactuar fácilmente con el CEO, aprender de su experiencia, e inspirarse.
# 4 Ganar experiencia rápido
Asumir tanta responsabilidad y aprender nuevas habilidades es una gran manera de ganar mucha experiencia en un corto período de tiempo. En una startup también puede probar su habilidad en cosas que nunca había hecho antes, pero siempre encontró interesantes.
# 5 Convertirse en un fundador
No hay mejor manera de prepararse para lanzar su propia empresa. Trabajar para una startup le dará una idea general de lo que hace una empresa, le advertirá de algunos de los retos, lo hará más responsable. Se le puede dar la oportunidad única de presenciar cómo una idea se transforma en algo valioso, familiarizarse con todo el proceso de traer un nuevo producto al mercado y decidir si tiene lo que se necesita para ser su propio jefe.