Más enfoque en la cultura de empresa https://forbes.es/actualizacion/4262/la-cultura-de-empresa-un-valor-en-alza. La cultura es la apuesta fuerte en la persecución de un equipo cohesionado cuyo trabajo tenga sentido. La tendencia de 2017 es ahondar en las soluciones que aporta esta estrategia para poner remedio a los problemas de compromiso y de volumen de negocios, y para convertirse en un lugar del que los empleados no deseen marcharse. Eso se traduce necesariamente en una escucha activa de las reivindicaciones del equipo, aprovechando los mensajes para mantenerlos motivados y unidos. No hay una receta única para hacerlo, simplemente adaptar los objetivos al tipo de organización y de trabajadores de la compañía.
Para muchas empresas, apostar por la cultura de empresa no significa solamente dedicar un espacio de ocio en el lugar de trabajo, sino considerar la posibilidad de incorporar a un líder capaz de inspirar al equipo en lugar de ser poco menos que un administrador de tareas; y alentar la posibilidad de mejorar en la carrera profesional de cada uno de los empleados. Estas inversiones crean un ambiente donde las personas se sienten valoradas, y por tanto, quieren mantener sus puestos de trabajo.
Abandono progresivo de la revisión anual del desempeño. Cada vez son más las empresas que están comprando la idea de que es complicado, e incluso injusto, evaluar todo un año de trabajo en una sola sesión. Es casi imposible recordar todo, incluyendo el componente del esfuerzo y la dedicación individual y grupal, para dar una evaluación precisa. Algunas grandes compañías (como Accenture) ya han descartado esta clase de exámenes y han pasado a explorar nuevos modelos de evaluación. En 2017 va a ser mucho más frecuente una comunicación constante y una apuesta por el aprendizaje, la formación y la experiencia.
Mejoras en la experiencia de los empleados. Un estudio reciente concluyó que el 83% de los profesionales de Recursos Humanos cree que la satisfacción del trabajador es crucial para el buen funcionamiento de la organización. El resultado: un número ascendente de compañías está creando programas específicos para fomentar el bienestar del equipo, implementar los beneficios que no van en nómina e invertir en el desarrollo del talento. Lo que están tratando de hacer es afianzar su compromiso con los empleados mediante el fomento de sus habilidades y el incremento de sus experiencias para asegurarles la promoción y el desarrollo de sus carreras profesionales.
La generación Z se une al mundo del trabajo. 2017 va a ser el primer año completo en el que la nueva Generación Z (los nacidos después de 1998) se incorporan a la fuerza de trabajo de las empresas. Varios estudios de las compañías en Estados Unidos han arrojado que aproximadamente un tercio de los trabajadores de la generación anterior, los milennials, están ya en puestos de gerencia; y que una parte importante considera a los empleados venideros como “perezosos” y faltos de incentivo; de modo que ver interactuar a ambas generaciones es una prueba de fuego para el desempeño de las organizaciones. La forma en que colaboran para resolver los conflictos y trabas que surjan será una de las grandes conclusiones a finales de 2017.
Automatización de más tareas. Según un estudio reciente de McKinsey, la mayoría de los trabajos incluyen ciertas actividades que podrían ser automatizadas, lo que permitiría más tiempo para tareas de alto rendimiento o que impliquen creatividad. Los profesionales financieros, por ejemplo, pasan el 43% de su jornada laboral en tareas que podrían ser fácilmente cubiertas por las tecnologías. Si estos empleados pudieran automatizar las tareas como el análisis de hojas de cálculo, no sólo podrían dedicar más tiempo a tener contacto directo y personalizado con los clientes y potenciales clientes, sino también aumentar el número de ellos.