Informes de robots que asumen puestos de trabajo a través de automóviles autodirigidos y asesores financieros automatizados alimentan los temores de los empleados de que sus trabajos pronto desaparecerán.
Es una preocupación que Cathy Engelbert, la directora ejecutiva de Deloitte, incluso escucha por parte de su hijo de 15 años. “Mamá, ¿los robots van suplantarme en mi trabajo algún día?”. Ella le contestó, que no se preocupara, que hasta el momento no había encontrado una máquina con coraje y empatía.
La respuesta de Engelbert es probablemente alentadora para los cientos de miles de empleados de Deloitte en todo el mundo. El trabajo de contabilidad y auditoría -el pan de Deloitte- está entre los trabajos que han sido señalados como altamente susceptibles a la automatización.
Y en otras partes, figuras respetadas en la comunidad empresarial, como el multimillonario inversionista Mark Cuban, advierten que los empleos en los campos de ingeniería, programación y finanzas están en alto riesgo.
Ante esto, Engelbert insta a los empleados a darse cuenta de que no todo se pierde: “Las tareas que sean altamente manuales, rutinarias y predecibles serán automatizadas. Pero los puestos de trabajo se componen de muchas otras tareas, por lo que la naturaleza de los trabajos existentes cambiará y se crearán nuevas carreras”.