Ingenieros de la industria automovilística, científicos y empresas reguladoras compiten por resolver los últimos detalles del funcionamiento de los automóviles autónomos. Pretenden que estén listos para integrarse al mercado a principios del 2020. Elon Musk, CEO de Tesla, ha dicho que sus vehículos eléctricos tendrán la capacidad ‘completa’ de conducción autónoma en los próximos seis meses. Hace poco, y tras ciertos comentarios sobre el ritmo de actualización de los vehículos Tesla, Musk se pronunció al respecto en Twitter, específicamente en lo referente al sistema semiautomatizado de autoconducción.
En respuesta a una pregunta sobre cuál es el valor de añadir la capacidad ‘completa’ de conducción autónoma a los productos de la compañía –con sede en Palo Alto, California–, de cara a la “aprobación regulatoria”, Musk respondió: “La seguridad debería mejorar significativamente gracias a las características que aporta la autonomía, incluso sin tener un conductor presente”. Sobre cuándo llegaría la capacidad ‘completa’ de conducción autónoma a los coches de Tesla, más allá de las concretas habilidades de autoconducción, Musk respondió que “definitivamente, en 3 o 6 meses”. Elon Musk no concretó en sus comentarios de Twitter lo que implica el término capacidad ‘completa’ de conducción autónoma o cómo de significativos serán esos cambios en los vehículos Tesla.
La Society of Automotive Engineers (SAE) ha establecido diferentes niveles de autonomía, que van del 0 al 5. El nivel más alto de capacidad indica que un vehículo puede conducirse por sí solo todo el tiempo bajo cualquier condición sin requerir de un conductor asistente, mientras que el nivel 4 de autonomía se refiere a que un vehículo puede ser autónomo casi la mayoría del tiempo dentro de unos determinados parámetros. Hasta el momento no existen leyes nacionales que regulen los vehículos autónomos. El año pasado el Departamento de Transporte de Estados Unidos estableció directrices básicas para su desarrollo y pruebas, adoptando así las definiciones de la SAE de los distintos niveles de autonomía. Pero por el momento cada estado del país define sus propias reglas.
Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y fabricantes de automóviles, entre ellos Ford y Toyota, señalan que aún queda un largo camino por recorrer antes de que los vehículos autónomos tengan la capacidad necesaria para ser totalmente seguros y puedan tomar las mejores decisiones en cualquier circunstancia de conducción que surja durante el recorrido. Diseñar determinados algoritmos capaces de manejar situaciones de riesgo –desde hielo en el pavimento, comportamiento impredecible de los peatones, ciclistas y animales, objetos inesperados en el camino y hasta cambios de carril en tránsito pesado– plantean grandes desafíos a los sistemas de autoconducción.
[vc_posts_slider count=1 interval=3 slides_content=teaser slides_title=1 thumb_size=large posttypes=post posts_in=3172]
A la vanguardia de la conducción
Los fabricantes de automóviles están trabajando por alcanzar el nivel 5, “donde un coche puede llevarse de manera completamente autónoma bajo cualquier condición climática o de tránsito en cualquier lugar y a cualquier hora”, comentó hace unas semanas Gill Pratt, CEO del Toyota Research Institute –nueva unidad de tecnología avanzada del fabricante japonés– durante su presentación en la CES 2017 de Las Vegas. “Este sería un objetivo fantástico. Sin embargo, nadie de la industria automotriz o tecnológica está cerca de lograr un nivel 5 de autonomía”, dijo Pratt, informático y exgerente del programa de la U.S. Defense Advanced Research Projects Agency, que ha dedicado su carrera a perfeccionar la tecnología de autoconducción. “En conjunto, nuestros actuales prototipos autónomos pueden manejar varias situaciones, pero hay otras que van más allá de las competencias actuales”.
Los comentarios de Musk en Twitter tuvieron lugar después de que una investigación de la National Highway Traffic Safety Administration concluyera la semana pasada que no encontró ningún defecto específico en el sistema de conducción automática de Tesla, el cual estuvo implicado en un accidente en Florida que tuvo como víctima fatal al conductor del modelo S de Tesla. El chófer estaba utilizando la opción piloto automático cuando el automóvil impactó con un camión que se cruzó en su camino. El sistema falló a la hora de detectar el camión y el conductor, aparentemente, no estaba pendiente de las condiciones de la carretera cuando ocurrió el suceso. Desde entonces Tesla ha emprendido varias modificaciones en el software del piloto automático para mejorar su capacidad para detectar peligros.
A finales del año pasado, Tesla comenzó a equipar sus vehículos con cámaras, radares y sensores, y con Nvidia, un sistema hardware de última generación necesario para que puedan analizarse todas las condiciones que afectan a la carretera, y eventualmente, para una correcta conducción autónoma. Musk ratificó que tanto el software como los sistemas necesarios que permiten la conducción autónoma estarán integrados en sus vehículos muy pronto.
Siempre ansioso por estar a la vanguardia en lo que se refiere a avances en la industria automovilística y del transporte, Musk se ha marcado el objetivo en Tesla de ser líderes en cuanto a tecnología de vehículos autónomos. Con ese plazo estimado de seis meses (o menos), también ha definido una meta a futuro de la que le resultará difícil desprenderse.