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¿Qué es la banca privada?


Es cierto que la Banca Privada, hoy en día, está destinada a gestionar Grandes Patrimonios, por poner una cifra, por encima de los 300.000 euros, por debajo de esta cifra es banca personal. Esta crisis ha traído la desconfianza a la sociedad, desconfianza en el ladrillo, desconfianza en el sector financiero, originando una sensación de depresión que gritaba a los cuatro vientos que donde mejor estaba el dinero era debajo del colchón.

Esta situación ha cambiado. Tenemos que tener en cuenta que, tras un año de continuo cambio, de sorpresas y de acontecimientos históricos, la economía ha sabido rectificar y salir del paso con pies de plomo. No podemos descartar que 2017 también puede traer grandes sorpresas en las elecciones en los principales países europeos, en la solidez del acuerdo de la OPEP y sobre todo en el Trump on, Trump off que nos espera. Con este panorama cobra mucha importancia una gestión profesional del ahorro.

También la crisis ha provocado que la sociedad cada día sea más exigente con sus entidades financieras. El sistema tradicional lo ha hecho muy mal (preferentes, bonos convertibles, clausulas suelo), y en el mismo no ha habido una renovación. Tan sólo seis Bancos tienen el 72,1% del total de los depósitos bancarios en España, diez puntos más que a finales de 2009.

¿Hay alternativas a confiar en la Banca Privada tradicional?

Es donde entran en juego las firmas de asesoramiento financiero. Gracias a las mismas podremos encontrar un tipo de banca diferente, más exclusiva y a la vez más cercana. Es importante comprender el perfil que tiene cada cliente, cuáles son sus objetivos personales y profesionales. ¿Alguna entidad te ha preguntado para qué estás ahorrando?

Cuando parece que no hay otra solución, que después de todo el director de la sucursal bancaria de siempre no está tan mal, bien merece la pena apostar por un asesor que mire por la casuística de cada cliente y no aspire a colocarle un producto de la entidad correspondiente.

Es por eso que en la estructura que defienden las firmas de asesoramiento financiero, se acotan los clientes por gestor a unos 50-60, con el fin de darles un servicio y seguimiento exclusivo. El poder llamar a todos tus clientes después de un episodio como el Brexit para explicarles qué puede pasar, marca la diferencia. Al final, como ocurre en cualquier negocio, la gestión se nutre de la confianza del cliente y de la inigualable publicidad del boca a boca.

A muchos españoles les asola la siguiente pregunta, ¿es mejor inversión comprarme una casa o invertir en fondos/acciones?

Ni lo uno ni lo otro. El primer consejo que se debe dar es que cuanto más diversificada esté su cartera, más se reduce el riesgo de pérdida. Si compras sólo inmuebles y el mercado inmobiliario se desmorona, tu cartera también lo hará. Si inviertes todo en Bolsa y pasas por un periodo de recesión, tu cartera se resentirá mucho. De esta manera, es mejor asegurar la entrada de beneficios por tres corrientes: el trabajo, inversiones en el sector financiero y rentas de inmuebles.

En 2017 afrontaremos grandes retos en Europa y para tener una cartera eficiente es importante que esté en manos de profesionales, que formen al cliente y le expliquen hasta el último detalle.

Te dejamos 5 consejos a tener en cuenta a la hora de elegir asesor en tus inversiones:

Un buen asesor debería preguntarle como mínimo: ¿para qué invierte? ¿Cuáles son sus objetivos y sus plazos de inversión? Si no le conoce, difícilmente podrá establecer una estrategia de inversión adecuada para usted. Su asesor debe preocuparse por conocer sus necesidades y objetivos como inversor.

Si no le explica claramente los riesgos antes de que invierta en cualquier producto y el impacto que tendrá en el global de sus inversiones, si solo se fija en los beneficios de un producto, desconfíe, en general nunca hay inversiones sin riesgo.

Todos los inversores pasamos por épocas de angustia y, en ocasiones, de auténtico miedo o euforia. Su asesor debe haberle explicado claramente lo que puede pasarle a su cartera en la peor situación, antes de que pase. Si su asesor se emociona cuando el mercado sube y tiene miedo cuando baja y no lo había previsto antes, no es un buen asesor. Debe contarle lo que puede pasarle a su cartera en varios escenarios, incluida, la peor situación.

Libertad a la hora de construir la cartera. Que su asesor llegue a construir la cartera con productos que él considere adecuados para su cliente.

Un buen asesor debe tener una visión global de su patrimonio, independientemente de la cantidad que tenga en su firma. De esta manera se hará efectivo el asesoramiento financiero integral.