1. El equipo: un negocio se basa en los hombros de cada profesional que dedica su tiempo al proyecto. Prospera o fracasa por la gente que trabaja en él. No es común encontrar una compañía d éxito donde los empleados se encuentren a disgusto, despreciados o sin apoyos. El concepto es simple: permite que tus empleados prosperen y tu negocio prosperará. La idea más productiva: tomar al equipo de trabajo más como una tribu donde impere el concepto de la unidad, todos caminando en la misma dirección, viviendo una misma pasión.
2. La organización: partir de un equipo adecuado, es un buen paso para empezar, pero no el definitivo: deben trabajar de una forma organizada y clara para llegar a un resultado positivo. Se trata de implantar sistemas para estructurar las operaciones y la cultura del negocio. Podría ser tan simple como reunir en una cafetería todos los viernes a todos los empleados de un mismo departamento, para poneros al día o compartir ideas. Lo importante es que esa cultura logre ser eficaz y eficiente.
3. Los socios: las relaciones lo son todo en los negocios. Los socios son una red de apoyo, desde inversores a mentores. No te engañes: tú solo no puedes hacerlo todo. Sin esa red, estás perdido. La gente que te rodea y que orbita alrededor de tu negocio es un bien valioso, o al menos debería serlo. Son tremendamente útiles para ofrecerte una visión con más perspectiva, dar un buen feedback y hacer las críticas convenientes. Si crees que uno de tus socios podría estar torpedeando el funcionamiento (aún sin quererlo) debes saber identificarlo y primar los intereses de crecimiento.
4. La tecnología: todo líder reconoce el papel vital que la tecnología desempeña en sus negocios, tanto interna como externamente. Internamente, la conforman las herramientas, el hardware y el software necesarios para un buen desempeño. Externamente, son los productos que usa el cliente. La tecnología adecuada permite ser rápido, fiable y escalable. Si la tecnología, por el contrario, es mala, te ralentizará y eso molestará a los clientes.
Partiendo de estos cuatro pilares, analiza tu compañía puntuando cada aspecto del 1al 10. ¿Tienes más de un 30? Felicítate: probablemente está preparada para el crecimiento previsto. Puntuando así a tu empresa se puede alcanzar fácilmente una instantánea de tu negocio y tomar las decisiones propicias.