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Minimalismo: una solución para ganar más tiempo

Vivimos en una cultura que valora mucho la productividad, pero demasiadas veces confundimos las señales de esa productividad (estar ocupado) y lo que significa realmente. En el trabajo, o incluso en casa, gastamos incontables horas en elaborar listas de cosas que hacer. A lo mejor no nos damos cuenta, pero ocupamos en ello más tiempo que nunca. No podemos estar al tanto de todo, pero intentamos leer toda la información posible en toda clase de medios y redes sociales. Solo revisar nuestros perfiles ocupa un cuarto de nuestra actividad online.

Con cada nueva app de productividad que se lanza, se nos anima a estar aún más ocupados, a lograr ser aún más productivos para que podamos sentirnos tan bien como decimos a otros. Mientras tanto, nuestra salud disminuye y cada vez tenemos menos tiempo para nosotros mismos. Estar demasiado ocupado no puede ser tan bueno; de hecho, estarlo es precisamente el problema.

Si después de todo esto tienes pensado vivir tu vida de una manera más tranquila, puedes empezar a tener en cuenta el minimalismo. El minimalismo se centra en la reducción del consumo y de las propiedades; en mejorar el equilibrio entre el trabajo y el ámbito personal, y en ser cada vez más autosuficientes. El estilo minimalista emula prácticamente ese modo de vida antigua, pero aplicada a la era contemporánea.

La vida más sencilla y frugal toma nota del budismo, el taoísmo y todas esas filosofías orientales que fomentan la modestia, la reflexión y el letting go. El minimalismo se está convirtiendo en una tendencia creciente en todo el mundo, debido en gran parte al éxito de los autores y consultores de la organización y gestión del tiempo que se han dejado cautivar por el método KonMari para poner orden a nuestras vidas: una manera creativa de añadir valor a las cosas materiales de nuestra vida deshaciéndonos de forma permanente de las que no son en absoluto esenciales.

El minimalismo arranca con los pensamientos basados en reducir las posesiones, pero va mucho más allá de los físico. Es posible aplicarlo a otros aspectos de la vida, como las relaciones o el trabajo. Joshua Fields Millburg y Ryan Nicodemus, más conocidos como “Los Minimalistas”, se dedican a ayudar a otras personas a adoptar esta forma de vida a través de podcasts, documentales y libros como ‘Letting go of sh*tting relationships’. La mayoría de nosotros queremos hacer estas cosas de forma natural, pero se nos presentan dificultades porque estamos demasiado ocupadas procurando hacer las cosas de forma más reflexiva.

Para algunos, asumir un enfoque minimalista de la vida es más desalentador que motivador. Es posible que tus circunstancias familiares, por ejemplo, sean un factor difícil de compaginar; pero incluso si son muchos los compromisos que nos atan, el minimalismo sigue siendo una opción viable.
El minimalismo no es una meta que se alcance rápidamente, ni una moda pasajera que se pueda abandonar a las primeras de cambio. No es un camino fácil, y en ocasiones puede resultar nada divertido. Pero con cada cambio de vida y cada paso para deshacerte del desorden y el exceso, te darás cuenta de que tienes más tiempo para hacer lo que te apasiona. Desde el momento en que asimilas la diferencia entre estar ocupado y trabajar de manera eficiente en un plazo de tiempo más concentrado, se hará real el pensamiento de que menos es más.