Estamos seguros que a día de hoy, es la hora de cubrir la brecha salarial de género. Las mujeres están igual de capacitadas que los hombres para ocupar los puestos de responsabilidad, cosa que han demostrado desde los estudios universitarios y la dedicación en los postgrados, hasta sus inicios en empresa. Éstas son solo algunas de las razones por las que tener a una mujer – o a varias – en puestos directivos de las empresas es beneficioso para cualquier negocio.
1. Las mujeres son más decididas en la resolución de los problemas. Una y otra vez, los investigadores encuentran que la diversidad de pensamiento conduce a una mejor resolución de problemas; y cuando colaboramos con personas de diferentes géneros, orientaciones sexuales, etnias y lugares de procedencia en nuestro lugar de trabajo, todos hacemos un mejor trabajo.
El Global Leadership Forecast ya indicó que la diversidad de género en un grupo de liderazgo da como resultado una mayor pluralidad de pensamientos, lo cual conduce a una mejor resolución de problemas y a mayores beneficios empresariales. Al contratar y promover la presencia de mujeres proporciona una base excepcional sobre la que construir el desarrollo de un negocio próspero y estable.
2. Las líderes femeninas generan confianza. Los trabajadores perciben cada vez más a las ejecutivas como más honestas, comprensivas y éticas que los ejecutivos varones. Aunque no está claro si esto significa que las mujeres son realmente más honestas, la percepción de los empleados es un buen baremo para analizar cómo se toman ciertas decisiones empresariales. Los líderes suelen tener la tarea de elegir entre opciones distintas, tratando de alejarse de los extremos y de las decisiones drásticas para encontrar el punto intermedio más satisfactorio. La capacidad de liderar con honestidad es importante para el éxito de toda la empresa, desde la satisfacción de su equipo de trabajo.
3. Las mujeres en puestos de liderazgo suelen ser más cooperativas. El año pasado, un estudio de Estados Unidos de concluyó que las mujeres son más hábiles a la hora de delejar y organizar las tareas en el Senado del país norteamericano sus homólogos. “Durante los últimos siete años, el análisis de Quorum encontró que la senadora promedio copatrocinó 6,29 proyectos de ley con otra mujer del Senado, mientras que el senador masculino promedio copatrocinó 4,07 proyectos de ley con otro senador” y que ” patrocinó 171,08 proyectos de ley con un miembro del partido contrario; para el senador varón promedio, esa cifra era 129,87″.
4. Las mujeres se convierten en excelentes mentoras. Aunque los estudios han demostrado que las mujeres tienen más dificultades para encontrar instructores que los hombres, el 30% de los encuestados por Pew Research consideró que las mujeres eran mejores mentores que los hombres, mientras que sólo el 5% pensaba que los hombres eran mejores mentores que las mujeres. El liderazgo en este sentido puede ser realmente importante para el crecimiento de la carrera profesional y la satisfacción laboral, por lo que el aumento de las mujeres en una empresa puede dar a sus empleados una ventaja que repercutirá positivamente en el global del negocio.
5. Las mujeres ‘millennials’ tienen un promedio educativo mayor que los hombres. Las mujeres jóvenes de la generación millennial comienzan sus carreras con un mayor nivel formativo que los hombres. Una mano de obra más formada es esencial para implementar técnicas innovadoras, desafiando el status quo e introduciendo nuevos enfoques de negocio. Si las mujeres ponen a disposición de la empresa mayor cuota de conocimiento, pueden ser herramientas críticas para prender definitivamente el crecimiento de una empresa.