Un error muy común entre los emprendedores primerizos es entretenerse en minucias tales como la puesta en escena o la promoción en redes sociales de su idea, gestionando contactos y actualizaciones en Instagram o Twitter sin tener el negocio asentado solo porque les dijeron que debían estar pendientes de esos aspectos. La faceta de community manager resta mucho tiempo a la planificación de un negocio, y aunque hoy en día es fundamental para que tenga éxito, hay muchos pasos previos sin los que la promoción carece de sentido.
No sucumbas al estrés de atender tantas tareas que finalmente no llegues a ninguna y, lo que es peor, descuides el desarrollo de tu startup. El procedimiento lógico a seguir para iniciar cualquier negocio consta de unos sencillos y predecibles pasos:
1. Tener un montón de ideas y testarlas: debes asegurarte de que la gente querría pagar por ellas, a al menos por alguna.
2. Crear un producto o servicio acorde a esa necesidad.
3. Analizar la competencia en el sector
4. Elaborar un plan de venta.
Si te encuentras a ti mismo desbordado con tareas secundarias, para y reflexiona sobre si los pilares de tu futuro negocio están bien asentados o por el contrario aún tienes que dedicarle tiempo a dar forma a tu idea. Si es así, no lo dudes, retrocede en tus prioridades y trabaja en los aspectos fundacionales de tu startup para que su lanzamiento sea un éxito y no haya imprevistos. La suerte sonríe a los que se preparan.