Emprendedor, genio, ‘marciano’. El milmillonario sudafricano Elon Musk tiene también un toque de rey Midas: sus ambiciones interplanetarias le han convertido en uno de los grandes genios modernos, uno de los visionarios más celebrados.
Su ascenso vertiginoso de la última década le ha situado en el podio de los más ricos del mundo, según la lista Forbes. Actualmente ocupa la tercera posición, por detrás del magnate francés Bernard Arnault y de Jeff Bezos, fundador de Amazon. Su patrimonio se sitúa en 145.700 millones de dólares.
¿A qué se debe este éxito? Sus empresas crean desde implantes para comunicarse con el cerebro y realizar acciones de forma rápida hasta lanzallamas gigantes para combatir una distópica invasión zombie. Serán locas pero, hasta la fecha, todas estas inversiones le han salido bien.
Tesla Motors (vehículos eléctricos accesibles)
Aunque Elon Musk no era un miembro fundador de la firma, lideró una ronda de financiación temprana en 2004. En 2008, pasó a ser su CEO. En junio de 2010, Tesla lanzó una oferta pública en Nasdaq. Las primeras acciones costaban 17 dólares. En enero de este año llegaron a valer 888,6 dólares. El año pasado, Musk recibió alrededor de 346 millones de dólares en acciones como compensación por desempeño, la fórmula elegida por el magnate para cobrar de la compañía, pues no recibe ningún bonus en metálico ni sueldo de Tesla. Hoy, es titular de 241 millones de acciones, el 25% de la compañía.
SpaceX (conquista del espacio)
Posiblemente la compañía con mayor visión futurista por su propósito: convertir a la especie humana en interplanetaria. También quiere activar un servicio de turismo espacial. El pasado 6 de mayo logró por primera vez recuperar intacta una nave Starship, la SN15, tras haberla elevado hasta 10 kilómetros de altura. Musk invirtió 100 millones de dólares en la fundación de SpaceX. La NASA premió a la compañía con un lucrativo contrato en 2006 y en 2010 su nave Dragon llegó a la Estación Espacial Internacional. En 2019, levantó tres rondas de financiación por un total de 1.300 millones de dólares. Es una de las compañías privadas más valiosas del mundo y de las más demandadas en caso de una preventa de acciones. A día de hoy, Musk sigue siendo su accionista mayoritario.
Neuralink (comunicación neuronal)
La instalación de un implante en el cerebro abre un mundo inagotable de desarrollos de aplicaciones para comunicarse con el cerebro. Superada la barrera de la privacidad y el control de la especie, ¿qué tal si los correos electrónicos se enviaran sólo con pensarlo? Desde su fundación en 2016, la empresa ha contratado a varios de los mejores neurocientíficos de distintas universidades. En julio de 2019, recibió una financiación de 158 millones de dólares, de los que 100 provenían del propio Musk, y tenía 90 empleados.
Este mes de mayo, el cofundador de la compañía y presidente, Max Hodak anunciaba que dejaba la compañía. No es el primer abandono: el pasado agosto, sólo tres de los ocho científicos fundacionales permanecían en el equipo, debido a la discordancia entre los tiempos de la ciencia y los de su jefe.
The boring company (túneles y cosas frikis)
Esta es, en palabras de Musk y en contra de lo que indica su nombre, una empresa que ha montado por diversión. Aunque los túneles no parezcan muy divertidos –los suyos sirven para separar a los peatones del tráfico rodado, lo que puede resolverse utilizándolos como aceras subterráneas o como carriles puerta a puerta para coches, según se quiera–, la compañía también fabrica objetos como un lanzallamas gigante porque «puede que la invasión zombie aún no haya llegado, pero conviene estar preparado para el futuro». Vendió todos en cuatro días e ingresó 10 millones. Para su fundación, colocó 42.000 gorras serigrafiadas con su logo y recaudó 840.000 dólares.
Solar City (energía solar)
Fundada por sus primos Peter y Lyndon Rive en 2006, una década después la compañía fue adquirida por Tesla por 2.600 millones de dólares. Ha creado tejas solares que conectadas a los acumuladores y baterías Tesla componen un complejo sistema de energía limpia para los hogares que se puede controlar a través de la misma app que el coche Tesla. La participación de Musk en Solar City vale hoy 8.400 millones.