En pocos meses, concretamente desde el pasado junio en que abriese sus puertas, Campus Madrid se ha convertido en un espacio vivo que aglutina a más de 10.000 miembros, ha acogido casi 200 eventos y organizado más de 60 programas de educación. La iniciativa, lanzada y organizada por Google, nació con una clara vocación, llegar a ser el lugar de referencia para cualquier emprendedor que busque aprender, compartir ideas, conectar con otra gente en similar situación y finalmente, poner en marcha su proyecto de startup. Un espacio físico para apoyar de manera global el ecosistema emprendedor, donde hacer comunidad, unir a las personas con inquietudes y crear oportunidades. “Buscamos tener reunidos a todos los actores que se hacen necesarios para que una startup surja y crezca hasta hacerse un gran proyecto global. En definitiva, crear ecosistema”, apunta Sofía Benjumea, directora de Campus Madrid.
Todo nace del concepto emprendedor de Google, una compañía que pese a tener más de 15 años y ser líder mundial en el campo de la tecnología, sigue teniendo pasión por la innovación y por las ideas. Hace unos años, y a la vista de que el mundo de las startups estaba en plena ebullición, decidieron apoyar la creación de entornos físicos que permitiesen conformar un sólido ecosistema para el emprendimiento. Así, hace tres años, nació el primer campus, la firme apuesta de Google por Londres.
Después llegarían Tel Aviv, Seúl y ahora, Madrid. En breve se abrirán las puertas de nuevos edificios en Varsovia y Sao Paulo. Ante la pregunta ¿por qué Madrid?, Benjumea es clara: “Aquí existe un ecosistema joven pero con muchísimo talento, pasión, creatividad y un gran potencial. España es uno de los países con mayor penetración de smartphones y tablets, con una gran conexión con Latinoamérica, y donde además, ha crecido mucho la inversión internacional en startups y tecnología. Algo se estaba haciendo bien. El caldo de cultivo era ideal para comenzar a trabajar, porque en el fondo, Campus solo tiene sentido si ya hay un ecosistema potente y con ganas de crecer”.
Punto de encuentro
Solo hacía falta ese punto de encuentro que aglutinara y conectara a las partes implicadas: emprendedores, expertos, formadores, desarrolladores, corporaciones e inversores en busca de talento. En el número 2 de la calle Moreno Nieto, se levanta el edificio que a finales del siglo XIX utilizaba Isaac Peral como fábrica de acumuladores. Hoy, totalmente reformado, pero manteniendo el espíritu de trabajo e innovación, alberga a Campus Madrid. Para acceder solo es necesario registrarse como miembro a través de la página web. Además de la planta baja, por donde se accede a la cafetería y al auditorio destinado a talleres o charlas, el bloque cuenta con tres niveles en los que modernidad y diseño buscan la motivación del emprendedor y su necesaria formación.
“Los ecosistemas más sostenibles no se configuran de un día para otro. Sillicon Valley o el campus de Tel Aviv se han ido afianzando con trabajo diario durante muchos años. Queremos apostar por aquellos que en los últimos cinco años han llegado lejos y levantado importantes financiaciones porque también puede servir de apoyo y alimentación a otros emprendedores que vienen detrás”, comenta Sofía Benjumea. Para ello cuentan con el apoyo de reconocidos partners: la aceleradora SeedRocket (los mentores que están detrás son los fundadores de Coches.com, Idealista, Offerum o ElTenedor, entre otras empresas), que tras sus éxitos, decidió volver a la comunidad para compartir sus experiencias y apadrinar proyectos en el sector tecnológico y digital –tras seleccionar diez startups, organizan dos programas semestrales de aceleración: mentoring, conexiones y asesoramiento–; la preaceleradora Tetuan Valley cuya función es apoyar el producto cuando éste todavía se encuentra en pleno proceso de maduración; y TechHub en espacio de coworking para conformar una comunidad global de emprendedores con base tecnológica. “Apostamos por aquellos que son buenos en su terreno y están alineados con nuestra filosofía; y entonces les cedemos el espacio para que trabajen allí. Más de 150 residentes y unas 90 startups ya están ubicados en el campus y empezando a trabajar”, recalca la joven directora del centro.
Uno de los pilares de Campus, que especialmente respalda Google, está en los programas de educación, que desde sesiones de mentoría y asesoramiento hasta talleres, charlas o programas temporales atienden a los usuarios tanto a nivel de proyectos incipientes, que están empezando, como de ideas y startups que ya están en marcha y escalando. “La cuestión está en lograr el empujón y el contacto y formación necesarios para que arranquen y comiencen a operar”. Pero además, se imparten programas que buscan hacer del campus un espacio friendly, sesiones enfocadas a determinados grupos de población –mujeres, padres de familia, personas mayores de 50– a los que se pretende integrar en la comunidad global gracias a talleres y oportunidades de networking.
“La actitud del emprendedor es clave, y éste a menudo tropieza con tres grandes barreras: el miedo, la falta de ambición y el hecho de no pensar en global. Aquí el fracaso pesa mucho, como si fuese un estigma, de hecho, te puede costar años cerrar una empresa a nivel administrativo. Lo que queremos es crear entornos seguros y ausentes de cualquier miedo, transmitir a la persona que si una puerta se cierra siempre se pueden llegar a abrir otras”, comenta Benjumea en relación al perfil de un emprendedor para quien el arranque de su proyecto suele ser algo realmente determinante.
Coincidiendo casi todos en su base tecnológica y digital (aunque también hay algunos offline), los proyectos de emprendimiento se dirigen a un amplio abanico de sectores: educación, movilidad, audiovisual, asegurador, gestión de datos, industrial, fintech… Una gran diversidad de ideas y personas que durante los últimos años han ido conformando una comunidad tecnológica que ahora, con la llegada de Campus Google como catalizador de oportunidades, se ha reactivado notablemente.
“Nosotros invitamos a posibles inversores tanto nacionales como internacionales para que contacten con emprendedores y potenciales empresas de futuro. Y además ampliamos las conexiones con el sistema global para que las oportunidades lleguen desde cualquier lugar del mundo”, añade la directora. “En tres años Londres ha alcanzado los 40.000 miembros. El éxito en Madrid lo dará ver el impacto provocado: cuánta financiación se ha levantado, cuántos empleos se han creado, qué incidencia hemos tenido en el barrio y la ciudad a largo plazo, qué resultados han tenido los programas de educación. Buscamos impacto de calidad en el sistema. Porque el éxito de Campus no es tanto nuestro como lo es de los emprendedores”.
Proyectos de futuro
Son muchos los proyectos que ya han visto o están viendo la luz gracias a la intervención de Campus Madrid. Destacar algunos se hace obligatorio para validar los resultados de un espacio que busca siempre apoyar al emprendedor y que todavía tiene mucho campo por delante.
Wazypark localiza en tiempo real sitios libres y gratis en la calle donde poder aparcar. Se trata de una plataforma de conductores colaboradores y solidarios en la que mediante una aplicación, se avisan de los aparcamientos que dejan libres al desaparcar, ayudando a los demás a encontrar hueco más rápido. Su funcionamiento se basa en la tecnología bluetooth y GPS de los teléfonos móviles de los miembros, que hoy día son ya más de 100.000. “Esto es una ayuda que permite al usuario aumentar considerablemente sus probabilidades de éxito a la hora de aparcar”, comenta Carlos Rodríguez, fundador de la startup. En función de su implicación a la hora de compartir el hueco libre, los conductores ganan puntos que luego pueden canjear por dinero en gasolina, seguros, comida, taller, etc. “Aprovechamos la industria que a diario pretende impactar sobre los conductores y la información tan valiosa que de éstos quieren tener a la hora de influir en ellos”.
CoverWallet es la tercera empresa de Iñaki Berenguer, que ahora se vuelca en los seguros para la pequeña empresa (restaurante, tienda, fontanería, taller mecánico, gimnasio, etc.). “Actualmente, cualquier negocio necesita un seguro de responsabilidad civil, de propiedad o de cobertura ante una posible demanda. Nosotros los comercializamos online (sin necesidad de tener que ir a ninguna oficina), a la vez que asesoramos sobre el tema”. Un concepto muy básico, pero a la vez útil a la hora de elegir el seguro más conveniente para cada tipo de negocio. No son una aseguradora, pero sí cuentan con las licencias que les permiten trabajar en el sector.
Woom unió a dos amigas que ya habían trabajado juntas en EBay. Laurence Fontinoy y Clelia Morales decidieron dar un paso más en sus carreras y crearon esta plataforma digital que, a través de una app, permite acelerar el proceso de concepción en las parejas. Pero no solo acceder a información sobre el tema, o sobre salud y bienestar, sino también conocer mejor el propio ciclo de fertilidad. Una aplicación que busca ayudar a aquellas parejas a las que le tiempo para concebir se les hace demasiado largo (hoy día, una de cada cinco parejas tiene problemas de fertilidad) y necesitan ver un médico para iniciar un proceso de concepción. Pero, por otro lado, ese es un mundo complejo donde existe mucha falta de información. “Pensamos que nuestro proyecto podría ayudar a las parejas en los dos sentidos: concebir de forma natural, y descubrir los caminos a seguir para que los plazos de asistencia sean lo más cortos posibles”.