Con el titular “Solbes se desmarca” comenzaba su andadura El Economista, diario que a lo largo de estos diez años ha luchado contra viento y marea para mantenerse y no dejarse arrastrar por la crisis que comenzó en 2008. Alfonso de Salas ha señalado la importancia de innovar constantemente. Y es que, la versión web del diario ha sido una tabla de salvación que, compaginada con la versión en papel, han conseguido atraer a una gran masa de lectores interesados por la economía. De Salas ha confesado que la idea de iniciar un nuevo periódico surgió por aburrimiento tras vender en 2005 sus acciones de Unidad Editorial: ‘O creaba un periódico deportivo o económico, y de deportes no sé nada’, decía el presidente.
En estos diez años, y a pesar de las adversidades, El Economista ha conseguido crecer y expandirse, ofreciendo información propia y haciendo hincapié en la necesidad de investigar para consolidarse y ganar así la confianza de los lectores. Tras comenzar a ser rentable en España hace poco más de un año, deciden ir a lo grande y buscar mercado en Latinoamérica, abriendo redacciones en los cinco países más importantes del continente en las que la información es exclusivamente online.
Con este crecimiento que están experimentando, tienen claro que hay que seguir innovando y expandiéndose, apoyándose en el soporte en papel y quizás convertirse en los pioneros de la información previo pago por internet, algo novedoso en España y que confían que se establezca en un futuro para apoyar así a los medios de comunicación en su labor por informar a la ciudadanía.