¿Qué es lo que tienen en común cinco emprendedores de sectores tan distintos como los proyectos de educación, proptech, la comida a domicilio o la movilidad? En primer lugar, su uso de la tecnología para revolucionar cada campo; y después, una simpatía mutua forjada en algún caso por lazos empresariales y acrecentada mediante un encuentro auspiciado por Forbes. El resultado no podría ser más entusiasta. “Me han contagiado su curiosidad y hambre infinita por hacer cosas diferentes”, dice Carlos Emilio Gómez sobre el resto; “compartir un rato con ellos siempre le hace a uno un poco mejor”, afirma Kiko Requena Búa; “me sorprendió la capacidad creativa que tienen. Fue muy enriquecedor y nos hemos prometido quedar a comer para seguir hablando de proyectos”, confiesa Álvaro Zamácola; “son de esos locos buenos que ayudan a que el mundo gire mejor”, remata Emilio Mellado.

El anfitrión oficioso del encuentro fue Carlos Blanco Calzado, responsable de WiBLE, compañía de movilidad de Repsol y KIA, cuyo servicio desplegado en Madrid ofrece soluciones de movilidad sostenible de su flota desde por minutos hasta semanas completas, todo a través de una aplicación y a un precio asequible. Para Carlos, servicios como WiBLE no chocan con el impulso al transporte público, sino que lo completan. “En el ámbito colectivo, la forma más eficiente de articular la movilidad en las ciudades es el transporte público”, reconoce. “Pero si realmente queremos atajar el problema del tráfico o disminuir la ocupación del espacio público por parte de coches particulares hay que apostar por las alternativas de movilidad compartida en vehículos cero emisiones, a través de soluciones integradas de movilidad”.

En este mismo campo se mueve Emilio Mellado, CEO de World Wide Mobility, que desarrolla e implementa soluciones de movilidad. Así, él también promete: “Muy pronto todos los medios de transporte convivirán en ecosistemas de movilidad (aplicaciones móviles) que integrarán transporte público, vehículos compartidos, alquileres, suscripciones, incluso parkings y puntos de carga. Se fomentará la opción menos contaminante, sin embargo, el usuario será quien decida moverse en la opción más rápida, barata o eco”. Emilio cuenta además con una historia personal común a la de muchos otros emprendedores: haber abandonado una carrera en la empresa privada para afrontar los desafíos de crear una empresa propia. “Yo era piloto de Boeing 737”, explica. “Dejé de volar en 2017 para dedicarme al 100% a emprender”. Fue un acierto; según Carlos Blanco Calzado, Emilio “tiene la capacidad de impactar en el negocio a través de la tecnología como nadie”.

El suyo es un caso similar al de Carlos Emilio Gómez, que trabajó durante diez años en Google en Silicon Valley y Latinoamérica antes de cambiar de rumbo. A él “la furia emprendedora” le ha llevado a crear cinco compañías en cuatro años. Entre ellas están 7r Ventures, un corporate venture builder que cofundó junto a su socio Ángel Gutiérrez dedicado a la creación de negocios digitales junto a grandes corporaciones, o la más reciente Vivla, una startup de propiedad flexible que facilita la compra fraccionada de una segunda vivienda. También colabora con Carlos Blanco Calzado como consejero independiente de WiBLE, que destaca de él: “de un batiburrillo de conceptos es capaz de extraer ideas claras de negocio y planes de acción. Es la referencia del Venture Building en España”.

También Kiko Requena llevaba una vida muy distinta que, sin embargo, le dio la idea para su primer proyecto: “Tenía 24 años y estaba trabajando en Australia. Me di cuenta de que el panorama laboral en nuestro país era desolador y que para trabajar para otros ganando lo mismo, prefería dejarme el alma en algo que iba a ser mío. Me llamó mucho la atención cómo los australianos llevaban piezas de marroquinería en su día a día, le daban mucha importancia y le rendían culto a este tipo de productos”. El resultado fue Café Leather, una DNVB que utiliza con la piel y la mano de obra artesanal española de máxima calidad como hilo conductor. Aunque Kiko sigue siendo uno de los máximos accionistas, hace un año que se desvinculó del día a día. También con la observación directa nació la idea de su proyecto actual, Caseroo: “Detecté que las grandes plataformas de comida a domicilio no ofrecían opciones de comida casera, sin pretensiones. Seleccionamos a restaurantes de siempre y les digitalizamos, permitiéndoles vender su comida y su menú diario a miles de personas, a domicilio y para empresas, en toda la ciudad”. Y aclara “En Caseroo hemos nacido en una era post Ley Rider, con lo que simplemente acatamos y cumplimos las normas establecidas. Todos los repartidores con los que trabajamos están dados de alta y tienen un contrato de trabajo”. Carlos Blanco Calzado destaca de Kiko “la visión y la determinación de arrancar y escalar un proyecto. No hablarás con él de problemas, siempre de soluciones”.

El quinteto lo completa Álvaro Zamácola, excountry manager BlablaCar y director ejecutivo de desarrollo estratégico en Proinnova, del grupo de educación online de Proeduca Global. Su interés por la educación online no viene a raíz de su explosión durante la pandemia, sino que ya en 2012 había fundado junto a otros socios una startup sobre este campo que no terminó de funcionar. Su trabajo en estos años ha conjugado la rentabilidad con las empresas con cierta vocación social o incluso de economía colaborativa. Sobre esto, explica: “he tenido la suerte de orientar mi carrera profesional hacia sectores donde la tecnología ha creado eficiencias, escalabilidad o mejoras sociales y medioambientales. Evidentemente, estos proyectos han de ser sostenibles desde el punto de vista financiero, pero cuando generan un impacto global y crean tantísimo valor, encontrar un modelo de negocio que sostenga su crecimiento no suele ser un problema”. Sobre él, Carlos Blanco Calzado sentencia con el mejor piropo que puede hacerse a un emprendedor: “cualquier empresa lo tendría en su equipo”.