Hace quince años la actriz Julia Roberts acudió a la gala de los Oscar con un vestido de Valentino vintage. Aquel pequeño gesto daba pistoletazo de salida a la concepción de las prendas de segunda mano como productos revalorados y elitistas. Hoy, la moda sigue bebiendo del pasado como inspiración.

Conscientes de esta realidad, la plataforma Vestiaire Collective ofrece la posibilidad de comprar y vender artículos de alta gama y lujo en perfecto estado. Sébastien Fabre puso en marcha la compañía en 2009 y en 2014 el grupo facturaba 100 millones de euros, un 28% más que el año anterior. Aunque las cifras hablen por si solas, su CEO nos explica el core business.

¿Cómo funciona Vestiaire Collective?
Somos un marketplace donde los clientes funcionan como proveedores. Ellos nos proponen una serie de productos de segunda mano o de temporadas pasadas. Nuestro equipo de estilistas hace una estricta selección con el objetivo de ofrecer el mejor catálogo del mundo. Eligen los productos en función de la oferta y la demanda. La otra parte del trabajo es asegurarnos de que vendemos al precio que la gente desea comprar.

De Microsoft a Vestiaire Collective. ¿Por qué decidiste fundar esta empresa? ¿Algo de debilidad por la moda?
Yo no pertenecía a esta industria, pero aquí estoy, aprendiendo. Mi paso por Microsoft me enseñó la capacidad de la tecnología para cambiar las cosas, y que los principales motivadores del cambio no son ni las personas más inteligentes, ni las más sabias. Por otro lado, mi exmujer trabajaba en el mundo de la moda y, aunque no era compradora compulsiva, me preguntaba cómo era posible tener quince bolsos y sin embargo utilizar siempre sólo dos. Ya podía tener un Hermès, que siempre lucía el mismo de GAP. De esta curiosidad nació Vestiaire Collective. Quise activar la necesidad de tener un armario actualizado, asegurarme de que las generaciones más jóvenes pudieran acceder a las versiones auténticas de todo tipo de marcas.


Sébastien Fabre en Madrid, posando en exclusiva para el objetivo de ‘Forbes’.
Jacobo Medrano

¿A qué rango de edad os dirigís?
A todos. Eso sí, somos muy selectivos con lo que ofrecemos. Queremos reflejar el papel que el makertplace está jugando en varios países y ofrecer un catálogo muy fuerte.

¿Manejas planes de expansión?
Hay algunos países que funcionan mejor como proveedores y otros contribuyen más en la demanda. Italia, por ejemplo, es un muy buen proveedor, y España es un gran mercado demandante. Actualmente vendemos en 49 países y somos suministrados por 20. Cuantos más proveedores creemos, más rápido escalaremos. Vivimos en el mercado europeo pero hace tres años llegamos a Estados Unidos. Allí hemos crecido muchísimo, ¡un 260% en un año! Nuestro próximo destino es Asia.

¿Antes que seguir conquistando América?
En Asia hay demanda, acceso, y gran afinidad por las tendencias. En Corea del Sur la gente está loca por la moda, es un buen destino para empezar. Desde un punto de vista filosófico, la moda es inspiración y es, probablemente, el único mercado donde tienes el producto inspiracional, la influencia que crea la atracción, y el dispositivo móvil que permite expandirlo. El público joven de Asia funciona así. Por eso vamos tan rápido.

¿Qué mejoras habéis experimentado desde el 2009? La tecnología avanza por minutos…
El gran reto nunca tuvo que ver con las redes sociales o con cómo llamar la atención en las diferentes comunidades. La prioridad siempre ha sido mantener el equilibrio perfecto para ofrecer el mejor catálogo en el mundo. ¡Cada día lanzamos 4.000 nuevos productos en la página! Otro objetivo importante también ha sido financiar todo esto. Si queremos llegar a más sitios tenemos que ser capaces de gestionar económicamente la expansión.

¿Está cambiando el concepto de lujo?
Yo no defino Vestiaire Collective como un mercado de lujo pero, obviamente, el sentido de la palabra ha cambiado. El mercado de segunda mano es una forma de hacer accesible la exclusividad a las generaciones jóvenes. Desde mi punto de vista, aquí hay dos pilares principales, la consolidacion de una comunidad y el correcto uso de las redes sociales. Tenemos las personas adecuadas involucradas para asegurarnos de que los jóvenes se comprometan. No forzamos a nuestros influencers. Las caras conocidas que utilizamos son clientes que una vez compraron con nosotros y que, posteriormente, descubrimos que eran personalidades muy inspiradoras e influyentes en sus países. Es fundamental otorgar herramientas para adquirir artículos al precio correcto y con el plan adecuado, como la posibilidad de obtener un bolso de Chanel en tres pagos.

¿Qué haces en tu tiempo libre?. ¿Te gusta ir de compras?
Me encanta pasar el tiempo en la naturaleza, sin hacer nada. Limpiar mi mente de todo el movimiento que me genera el trabajo. Es importante saber hacia a dónde quieres ir, y todo el ruido de internet y de las redes sociales puede distraerte de lo esencial. De hecho, en Vestiaire Collective, cuando es hora de finalizar la jornada laboral, casi obligamos a todos nuestros empleados a dejar la oficina. También hay que descansar y jamás perder el rumbo.