Esta decisión, que ha sido tomada por el grupo a nivel mundial, también frena un proyecto previsto en Saint Louis (Estados Unidos).
La empresa ha explicado que se debe a la falta de apoyo económico por parte de las administraciones comunitarias, ya que se solicitó una ayuda de 140 millones de euros del Innovation Fund de la Comisión Europea, que no ha sido otorgada.
El proyecto tenía un presupuesto de inicial de 285 millones de euros y se debía centrar en la producción de cátodos de fosfato de hierro y litio (LFP), unos componentes esenciales para las baterías de iones de litio utilizadas en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos.
Estaba previsto que se ubicase en la histórica instalación minera de potasa de Vilafruns, que cerró en 2020, aprovechando la ubicación y reconvirtiendo un espacio de unos 100.000 metros cuadrados para suministrar la producción de LFP en la Unión Europea.
