Además, este recorte supondrá la eliminación de cinco aviones con base en Bruselas, lo que, según Ryanair, implicará una pérdida de 500 millones de dólares (429 millones de euros) en inversiones.
La ‘low cost’ alega que el aumento de los costes de acceso, que ya se incrementaron en julio un 150%, «hace que Bélgica sea totalmente incompetitiva» en comparación con otros mercados como Suecia, Hungría, Italia o Eslovaquia, «donde los gobiernos están suprimiendo los impuestos» sobre la aviación.
Así, indica que si el Gobierno belga «realmente quiere reactivar la economía», debería «suprimir este perjudicial impuesto» para generar mas tráfico y turismo.
En esta línea pide que se suprima el impuesto ya que, si no, «el tráfico belga se colapsará y las tarifas se dispararán», al igual que ha ocurrido en otros territorios como Austria y Alemana.
Con todo, ha enviado una carta al primer ministro belga, Bart de Werber; al ministro de Transportes, Jean-Luc Crucke; a la ministra de Aeropuertos de Valonia, Cécile Neven; y al alcalde de Charleroi, Thomas Dermine, para pedirles que reviertan los aumentos.
La decisión de Ryanair de recortar plazas en Bruselas se suma a las medidas ya tomadas en otros países por los mismos motivos, entre ellos España, donde ha dejado de operar hasta tres millones de asientos en aeropuertos regionales ante la subida de tasas de Aena «por su poca competitividad».
También ha recortado en Alemania, Francia, Austria, Estonia, Lituania y Letonia, siempre alegando los problemas competitivos de la subida de tasas.
