Este retroceso del PIB, mayor al -0,4% avanzado a mediados de noviembre, se ha debido a la fuerte caída de las exportaciones y de la inversión del sector privado.
En concreto, el consumo privado en Japón desaceleró su crecimiento una décima en el tercer trimestre, hasta el 0,2%, mientras que la inversión privada se desplomó un 8,2%, frente al avance del 0,4% del trimestre previo.
También cayó la inversión pública, un 1,1%, en contraste con el estancamiento que experimentó en el segundo trimestre.
Asimismo, las exportaciones sufrieron en el tercer trimestre una caída del 1,2% en comparación con los tres meses anteriores, cuando habían aumentado un 1,9%. En el caso de las importaciones, estas bajaron un 0,4%, frente al aumento del 1,4% del segundo trimestre.
En tasa interanual, el PIB de Japón registró en el tercer trimestre del año una contracción del 2,3%, frente al repunte del 2,1% del trimestre previo.
