«Con el impuesto sobre la renta cero, una persona con un salario de 4.800 [774 euros] puede ahorrar 4.000 [644 euros] al año. Eso equivale a casi un decimocuarto salario», ejemplificó durante un discurso ofrecido en televisión a la población el domingo por la noche.
Lula señaló que la compensación para las arcas estatales procederá de la imposición de impuestos a los superricos, unos 140.000 contribuyentes sujetos a un impuesto sobre la renta gradual de hasta el 10%, que ganan «entre veinte y cien veces más que el 99% de los brasileños».
Así, la nueva ley aumentó los impuestos a las rentas altas a partir de 600.000 reales anuales (96.760 euros), pero quienes ya paguen este porcentaje o uno superior no pagarán.
El presidente brasileño aseguró que gracias a esta y a otras políticas económicas, la desigualdad en Brasil se encuentra ahora «en su nivel más bajo de la historia», pese a continuar en la lista de países más desiguales del mundo.
«El 1% más rico acumula el 63% de la riqueza del país, mientras que la mitad más pobre de la población posee solo el 2%. Es una riqueza excesiva concentrada en manos de un pequeño grupo de superricos», aseguró.
La medida, que fue una promesa electoral de Lula durante la campaña de 2022, llegó al Congreso Nacional en marzo de este año y fue ratificada por el presidente brasileño esta semana.
