La oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell ha superado su obstáculo más importante. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado su aprobación formal al folleto de la oferta, un paso que marca el inicio de la fase decisiva de esta operación. Tras un largo proceso, el futuro de la integración de ambas entidades queda ahora en manos de los accionistas del Sabadell, quienes tendrán la última palabra.
La aprobación del folleto de la OPA es un hito fundamental. Con este visto bueno, el BBVA tiene vía libre para iniciar el periodo de aceptación, un plazo de entre 30 y 70 días durante el cual los accionistas del Sabadell podrán decidir si aceptan la propuesta de canje. La oferta, de una acción del BBVA y 0,70 euros por cada 5,5483 títulos del Sabadell, se mantiene sin cambios respecto a lo planteado inicialmente.
El pulso del mercado y la prima negativa
A pesar de la aprobación de la CNMV, el éxito de la OPA no está garantizado. La oferta del BBVA enfrenta un desafío importante: la prima negativa. Actualmente, el precio de las acciones del Sabadell en el mercado cotiza por encima del valor ofrecido por el BBVA, lo que crea una desventaja del 8-8,5% para los inversores que opten por la oferta de canje.
Esta situación refleja la opinión del mercado de que el valor real del Sabadell es superior al propuesto por el BBVA. Los analistas apuntan a que varios factores han contribuido a esta divergencia, como el anuncio del dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que el Sabadell planea pagar tras la venta de su filial británica. Este dividendo ha sido un incentivo clave para que los accionistas mantengan sus títulos.
¿Qué opciones tiene el BBVA?
A lo largo del proceso, tanto el presidente del BBVA, Carlos Torres, como su consejero delegado, Onur Genç, han sostenido que no mejorarán la oferta. Sin embargo, con el periodo de aceptación ya en marcha, la presión del mercado es más fuerte que nunca.
El BBVA tiene la opción de mantener su posición y esperar que una parte suficiente de los accionistas acepte la oferta, a pesar de la prima negativa. Sin embargo, el ejemplo de otras operaciones en Europa, donde ofertas similares han tenido que ser mejoradas (a menudo incluyendo un componente en efectivo), muestra que una estrategia más flexible podría ser necesaria. Para que la OPA sea exitosa, el BBVA debe asegurarse de que un mínimo de accionistas acepte su propuesta, por lo que el pulso entre el banco y el mercado continuará durante las próximas semanas.
Con la aprobación de la CNMV, la OPA entra en su fase más crítica, una que determinará si el BBVA logra su objetivo de adquirir el Banco Sabadell y consolidar su posición en el mercado bancario español.
