Economía

Europa negocia su propio sistema de ‘Bizum’ para pagos digitales

La banca europea avanza en la creación de un sistema de pagos instantáneos internacional

Cada país de Europa ha desarrollado su propia solución para el pago digital

El pago digital se ha convertido en un recurso indispensable para saldar cuentas entre familiares y amigos. Herramientas como Bizum permiten mover dinero de forma instantánea y precisa, con solo unos clicks en el móvil. Sin embargo, este sistema tiene limitaciones, su ámbito de operación se restringe a España y Andorra, dejando sin solución a quienes necesitan enviar dinero fuera de estos países.

En respuesta a esta limitación, surge el proyecto euro digital apodado como «Bizum europeo», una propuesta para crear un sistema de transferencias instantáneas que funcione en toda la eurozona. Este modelo, basado en la idea del euro digital, busca facilitar el envío de dinero entre personas dentro de Europa de forma ágil y universal. Este sistema pretende reforzar la soberanía económica del continente, reduciendo la dependencia de redes internacionales como Visa o Mastercard.

El futuro Bizum europeo se plantea como una especie de hucha digital que almacena euros en formato electrónico. Con ella, los usuarios podrían pagar directamente entre ellos, sin importar en qué país de la eurozona se encuentren. Actualmente, no existe una herramienta de pago digital que funcione en todos los países del euro. El euro digital permitiría una alternativa europea, accesible, sencilla y aceptada a nivel regional.

Cada país de Europa ha desarrollado su propia solución para el pago digital, lo que ha dado lugar a un mosaico tecnológico fragmentado. Italia, por ejemplo, ha modernizado su tradicional sistema Bancomat para incorporar transferencias digitales desde 2019. En Portugal, MB Way se ha consolidado como una herramienta clave con cinco millones de usuarios activos. Suecia, uno de los líderes en digitalización financiera, opera con Swish, una plataforma reconocida por su rapidez y eficiencia. Esta diversidad de sistemas, aunque efectiva a nivel nacional, dificulta los pagos transfronterizos.

Para los ciudadanos europeos que viajan, estudian o trabajan en diferentes países, la falta de un sistema común de pagos representa un gran problema. Estudiantes de intercambio, turistas frecuentes y trabajadores móviles enfrentan constantes dificultades para enviar o recibir dinero rápidamente. La integración de los sistemas de pago no solo mejoraría la eficiencia, sino que también permitiría una experiencia de usuario más accesible desde cualquier teléfono móvil.

No es la primera vez que se intenta crear un sistema europeo de pagos. La Iniciativa de Pagos Europea (EPI) ha presentado Wero. Esta plataforma, cuyo nombre fusiona el pronombre inglés “we” (nosotros) con un sonido similar a “euro”, simboliza la unión digital de Europa. Wero cuenta con el respaldo de la Comisión Europea y ya suma más de 40 millones de usuarios registrados.

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