BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha dado este viernes su visto bueno a la compra de una parte de la empresa de control aéreo Collins Aerospace por parte de Safran; si bien ha condicionado su luz verde a que la compañía aeroespacial francesa se desprenda de parte de su unidad de electromecánica en Norteamérica para resolver los problemas de competencia que vio inicialmente Bruselas en la operación.
Se trata de «dos proveedores de primera fila» en el sector de los sistemas de accionamiento de estabilización horizontal (THSA), «esenciales» para los vuelos seguros y eficientes, según ha destacado la vicepresidenta de Transición Justa y comisaria de Competencia, Teresa Ribera, quien ha destacado que la operación permitirá a Safran ampliar su cartera y «proveer a los fabricantes de aeronaves militares y civiles de todo el mundo», sin dejar de asegurar «precios competitivos y productos innovadores».
El Ejecutivo comunitario temió que con la operación en los términos inicialmente planteada se restringiera la competencia por no quedar suficientes competidores en un mercado, el de los THSA, ya de por sí con fuertes barreras de entrada, largos ciclos de desarrollo y contratos de suministro a largo plazo.
Bruselas veía en ese escenario el riesgo de un aumento de precios en el suministro de THSA a constructores de aeronaves, por lo que Safran ofreció vender su negocio en Norteamérica, con sedes en Canadá y Estados Unidos y activos en México.
La Comisión Europea ha cooperado durante el proceso de examen con las autoridades de competencia y mercados de Reino Unido y con el departamento de Justicia de Estados Unidos, que también han examinado la transacción en paralelo.