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CÁCERES, 22 (EUROPA PRESS)
El Comité de Empresa de los trabajadores de la Central Nuclear de Almaraz ha pedido este sábado a las autoridades y agentes implicados que busquen soluciones para «garantizar» su continuidad y así evitar con su cierre lo que han tildado de «catástrofe económica y social sin precedentes» para la comarca de Campo Arañuelo y Extremadura.
Así, tras asegurar que la región ya ha sido «suficientemente castigada» y que el cierre de la planta supondría «condenar de nuevo» a Extremadura «acabando con su principal industria» y con «una fuente de empleo de alta calidad», el comité ha alertado en nota de prensa este sábado de que esta situación abocaría a los trabajadores a «emigrar de nuevo» para «buscar subsistencia» fuera de la comunidad autónoma.
«El shock económico que tendría en la zona el cierre de Almaraz aleja una vez más a Extremadura del desarrollo, situándonos de nuevo como los olvidados de España», ha señalado el comité instando a «no tolerar» ese «agravio».
A este respecto, los trabajadores de la factoría cacereña han calificado a la energía nuclear de «fundamental para la industrialización» de la región, haciendo referencia a que «actualmente hay en juego importantes inversiones» que, han insistido, «requieren de un potente suministro eléctrico que solo la central de Almaraz puede garantizar».
Por otra parte, reivindicando a la instalación nuclear extremeña como un «referente mundial», el comité ha precisado que las empresas propietarias «invierten una media de 50M de euros anuales en la mejora, actualización y modernización de sus equipos», lo que, asegura, es sinónimo de que se encuentran «en las mejores condiciones técnicas y de seguridad para seguir operando incluso hasta los 80 años».
En este sentido, los trabajadores de Almaraz han subrayado que «las empresas propietarias han mostrado su disposición a seguir operando» si se termina con el «agravio fiscal a que está sometida la planta».
Concretamente, el comité ha señalado que «en 2025 abonarán 435M de euros en impuestos y tasas» que, advierte, no solo superan «todos sus costes de operación y mantenimiento» sino que, además, algunos de ellos son «reduntantes y discriminatorios» sobre otras tecnologías, así como «inexistentes en el resto de los países con centrales nucleares».
A ello se suma lo que han definido como una «subida injustificada» de la tasa ENRESA destinada a la custodia de residuos que fue fijada en 7,98euro/MWh y que en 2024 se incrementó un 30 por ciento, «sin que haya cambiado la cantidad de residuos que se van a generar».
«El Comité de Empresa va a continuar en esta lucha porque no renuncia a la Central Nuclear de Almaraz», ha zanjado asegurando que no va a «abandonar a los trabajadores y ciudadanos de Campo Arañuelo y Extremadura».