BILBAO, 22 (EUROPA PRESS)
Petronor, filial de Repsol, ha confirmado este martes que mantiene «paralizado» el proyecto para poner en marcha un electrolizador de 100 MW en la refinería de Muskiz (Vizcaya), según han informado fuentes de esta empresa a Europa Press.
Esta confirmación se produce después de que esta semana se haya conocido que Repsol ha elegido Portugal como destino de una inversión de 15 millones en un nuevo proyecto de hidrógeno y de que, fuentes de la compañía liderada por Josu Jon Imaz, hayan trasladado que mantienen en «stand by» el proceso inversor en algunos de sus proyecto industriales en España ante la «inestabilidad regulatoria y fiscal».
El propio consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en una tribuna publicada este martes en diversos medios, ha rechazado la decisión del Gobierno central de hacer permanente el impuesto al sector energético y la banca y advertía de que «el populismo fiscal» comprometerá el futuro de la industria en España.
En concreto, alertaba de que con la prolongación de esta medida, inicialmente prevista para los años 2023 y 2024 -en el caso de las energéticas, con la aplicación de un gravamen del 1,2% sobre las ventas, a liquidar con cargo a los ejercicios 2022 y 2023-, la inversión en el sector energético español «se ralentizará al mínimo».
En octubre de 2023, cuando se hizo pública la posibilidad de una prórroga de ese impuesto especial para las energéticas y la banca, era el mismo Josu Jon Imaz el que anunciaba que dejaban en «stand by» algunas inversiones en España hasta contar con «condiciones estables y suficientemente atractivas» que garantizarán la rentabilidad de los proyectos.
ELECTROLIZADOR DE 100 MW
En el caso de Euskadi, el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, confirmaba posteriormente que uno de los proyectos que se dejaban en «stand by» hasta que hubiera un «marco regulatorio estable y previsible» era la puesta en marcha de un electrolizador de 100 MW en la refinería de Petronor en Muskiz.
Este electrolizador, con una inversión de alrededor de 200 millones, pretendía dar servicio a la propia Petronor en su proceso de descarbonización y también cubrir las necesidades del Corredor Vasco del Hidrógeno. Inicialmente, se estimaba la puesta en funcionamiento de esta planta de hidrógeno verde para 2026.
Fuentes de Petronor han recordado que el electrolizador de 100 MW es el que, en su día, quedó en suspenso y ahora «se ratifica en la paralización» de este proyecto.
TRES ELECTROLIZADORES
En total, Repsol tenía proyectados tres electrolizadores en Euskadi, pero es únicamente el de 100 MW el que mantiene en «stand by». El pasado año, dentro de su apuesta por ser un actor relevante en el impulso del hidrógeno renovable en España, puso en funcionaimento un electrolizador de 2,5 MW en Petronor, cuya inversión ascendió a 11 millones de euros y que daba al grupo la capacidad de generar hidrógeno verde, para uso industrial principalmente en la refinería, como materia prima para fabricar productos con menor huella de carbono.
Junto a este proyecto, otro que está en cartera es un electrolizador de 10 MW para producir hidrógeno renovable, con el que se alimentará la planta demo de combustibles sintéticos que Petronor ha empezado a construir en septiembre de este año en el Puerto de Bilbao, un proyecto en el que también se cuenta con socios como Enagás, el EVE y Aramco.
Esta planta demostrativa estaría concluida en 2026 y este proyecto, junto con el electrolizador de 10 MW, supondrá una inversión de alrededor de 160 millones. La capacidad de esta instalación demo será de aproximadamente 2.000 toneladas de combustibles sintéticos al año.
El 30 de octubre del pasado año, en una entrevista radiofónica, el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, al hablar de los proyectos que quedaban en suspenso», planteaba la posibilidad de que esa planta demo tuviera una «traducción» en una instalación industrial de combustible sintético.
Según apuntaba López Atxurra en esas manifestaciones, esa planta industrial, sobre la que no habido pronunciamiento, en estos momentos, por parte de Petronor, estaría en «stand by», dado que precisarían para esa inversión un entorno regulatorio «amable y previsible».