MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha considerado que la decisión de presentar la actualización de su plan estratégico en el primer trimestre de 2025, frente al anuncio del pasado mes de julio de que lo haría en este último trimestre del año, permitirá al grupo contar con una «mayor visibilidad» regulatoria, retributiva y de las prioridades de la próxima Comisión Europea.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados de los nueve primeros meses al año, Gonzalo indicó que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha lanzado ya la consulta sobre la metodología de revisión de la tasa de retribución financiera para las actividades del sector, que dará lugar a la circular que fije la tasa de retribución financiera.
«Creemos que este va a ser un dato muy relevante que nos va a permitir anticipar algunos elementos del próximo periodo regulatorio, aunque las circulares propias del sistema gasista aún van a demorarse un año. Pero creemos que es un elemento muy relevante de visibilidad», dijo.
A este respecto, insistió en que una tasa de retribución financiera «razonable» para la compañía se situaría en torno al 7%. «Creemos que eso sería muy razonable», añadió al respecto.
LAUDO CON PERÚ, «A MUY CORTO PLAZO».
Asimismo, también confió en que se despeje antes de esa actualización estratégica el laudo con Perú por el arbitraje que dirime las discrepancias de la compañía contras el Estado peruano a cuenta del gasoducto GSP, que se ha demorado más de lo previsto.
No obstante, Gonzalo estimó que, de acuerdo con el criterio de los asesores legales del grupo, este laudo se emitirá «a muy corto plazo» y será positivo para Enagás.
PAPEL DEL CO2 Y EL AMONÍACO.
Además, adelantó que la actualización del plan estratégico incluirá «una visión ya muy aterrizada de la inversión prevista para nuestras infraestructuras de hidrógeno, en particular en lo que se refiere a los PCIs».
Igualmente, añadió que se dará también una visión de la compañía sobre el papel que pueden tener otras moléculas «claves para la transición energética, como el CO2 y el amoníaco y una primera estimación de inversiones en ese ámbito».