El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, ha asegurado este lunes en un evento celebrado en Sintra (Portugal) que los últimos datos sobre inflación apuntan a que esta ha retomado una senda descendente, si bien la institución precisa de una mayor confianza antes de bajar los tipos.
«Dado que la economía de EE.UU. es fuerte y el mercado laboral es vigoroso, tenemos la capacidad de tomarnos nuestro tiempo y hacer esto bien», ha afirmado. «Y eso es exactamente lo que pensamos hacer», ha resuelto Powell.
El estadounidense ha manifestado que el proceso de desinflación, que parecía haberse pausado durante el primer trimestre del año, se ha reanudado en paralelo a un crecimiento económico «sólido» durante el primer semestre y a unas cifras de empleo que aún son «buenas», pero que se están «recalibrando».
«Queremos estar más seguros de que la inflación se mueve de forma sostenida hacia el 2% antes de iniciar el proceso de relajar el tono de nuestra política. Nos gustaría contar con más datos como los que hemos recibido recientemente. También nos gustaría ver que el mercado laboral sigue siendo fuerte», ha constatado Powell, que ha avisado de que se produciría una «reacción» de enfriarse el empleo de manera «inesperada».
El responsable de la política monetaria de la primera potencia mundial ha insistido, como ya ha hecho en ocasiones anteriores, que bajar los tipos demasiado pronto podría hacer repuntar la inflación y «revertir el buen trabajo realizado», al tiempo que hacerlo demasiado tarde pesaría sobre el crecimiento y el empleo. Powell ha reconocido que el margen de error entre ambas opciones está estrechándose.
El tono actual de la política de la Fed es «restrictivo» y «apropiado», lo que se refleja en el enfriamiento del mercado laboral del lado de las vacantes y de los salarios. Así, el empleo en EE.UU. no estaría presentando signos de «sobrecalentamiento» ni supondría un «gran problema» para la desinflación.
«La demanda está disminuyendo, no solo por la oferta, sino también la demanda. También vemos los efectos de los altos tipos de interés en el mercado inmobiliario y creo que la política restrictiva está trabajando mano a mano con esta amplia recuperación de la oferta que hemos tenido, donde hemos visto la eliminación de la escasez y los cuellos de botella de la pandemia», ha explicado el banquero central.
Powell ha augurado que la inflación a doce meses vista superará por poco el 2% o estará en el entorno del 2,5%, mientras que estaría «satisfecho» si el empleo siguiera en niveles similares a los actuales, algo que, además, sería «razonable» y un «buen resultado». La inflación no alcanzaría el 2%, como pronto, hasta finales de 2025.
INDEPENDENCIA, FISCALIDAD E IA
Por otra parte, Powell se ha desmarcado del debate sobre la independencia de la Fed, y ha redoblado su apuesta por contener la inflación. A este respecto, ha recordado que existe un amplio consenso tanto del lado Democráta como Republicano sobre la conveniencia de mantener la institución libre de injerencias políticas.
Además, Powell ha asegurado que los Estados Unidos tiene un desfase de ingresos y gastos «muy elevado», y que, aunque el nivel de deuda en sí no es insostenible, sí lo es su senda actual de crecimiento. En este sentido, el norteamericano ha animado a abordar este déficit cuanto antes, y «mejor si es antes que después».
Respecto a la tasa neutral de tipos (r*), esto es aquella que mantiene la economía en equilibrio en ausencia de crisis y con un una tasa de pleno empleo y precios estables, Powell ha indicado que no es un indicador de relevancia para la fijación a corto plazo de los tipos dado que esta opera a largo plazo.
El ‘guardián del dólar’ también se ha referido a la inteligencia artificial (IA) para anticipar que tiene el potencial de «acabar con algunos empleos y crear otros», pero que es «demasiado pronto» para saberlo.
Del lado de la supervisión, Powell ha tachado los riesgos de ciberseguridad como los más grandes para el sector financiero dada su novedad, puesto que la Fed lo que está es experimentada en lidiar con riesgos crediticios o deficiencias en los mercados.