El economista José Manuel González-Páramo, que formó parte del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) entre 2004 y 2012, ha alertado de los riesgos que entraña para la independencia de la institución que haya políticos que ostenten cargos de responsabilidad.
«El BCE es independiente, pero no es recomendable que un político salte directamente al BCE, porque es otra manera de concebir la economía y hay riesgos adicionales», ha indicado durante su intervención en una acto organizado por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
«Pone en riesgo la apariencia de imparcialidad [la del BCE], sin duda. La sustancia es posible que no, pero la apariencia, la estética de pasar de la política al BCE, cuando éste es independiente, no es bueno. No hay que prohibirlo, pero no debe proliferar esta práctica», ha enfatizado.
Actualmente, los dos principales miembros del BCE han ostentado responsabilidades políticas. La presidenta, Christine Lagarde, fue ministra de Economía y Finanzas en Francia entre 2007 y 2011, tras lo cual saltó al Fondo Monetario Internacional (FMI) como directora gerente.
De su lado, Luis de Guindos fue ministro de Economía de España desde 2011 hasta que en 2018 fue nombrado vicepresidente del BCE. Los otros cuatro miembros del Comité Ejecutivo sí acumulan experiencia en banca central (Piero Cipollone, Frank Elderson y Philip Lane) o en la academia (Isabel Schnabel).
Durante su intervención, el economista también ha indicado que la inflación en Europa «está bajo control», aunque ha alertado de que no puede haber «complacencia» al existir todavía factores fuera del control de las autoridades, como los geopolíticos.
En todo caso, no prevé que se pueda volver a unos niveles de inflación como los registrados a finales de 2022 y 2023, puesto que «la coincidencia de algo como la salida de la pandemia y la guerra de Ucrania es algo singular y no se puede esperar que esto ocurra cada cierto tiempo».
Asimismo, también ha señalado a la espiral de precios y salarios como uno de los riesgos que afronta el BCE para contener la inflación.
«Es lógico que los salarios recuperen capacidad adquisitiva, pero lo que no lo es tanto es que lo hagan a la par que se recuperan los márgenes, porque márgenes más salarios dinámicos son precios más altos», ha recalcado.