El interés de los inversores españoles en la renta fija como protección contra la inflación se duplicó durante 2023, hasta ser contemplada por el 44,8% de los inversores, según se desprende del V Observatorio del Ahorro y las Finanzas, elaborado por Bestinver y el IESE.
El año pasado, por primera vez desde que se realiza el Observatorio, se han desagregado los diferentes tipos de renta fija. Así, el 29,4% de los inversores contempla las letras del Tesoro, mientras que otro 15,2% considera invertir en fondos de renta fija y deuda corporativa, y un 12,4% contempla la inversión en bonos.
En segundo lugar se ha situado este año la inversión inmobiliaria, que es la opción favorita para protegerse de la inflación para el 30,9% de los encuestados, un ligero descenso de ocho décimas respecto al año anterior. Le siguen los fondos de inversión europeos (19,5%), los fondos de inversión en EEUU (14%), los objetos de valor como joyas, oro o arte (13,1%) y los fondos de inversión ibéricos (8,3%).
Ante el alza de la inflación en el último año y medio, la encuesta refleja un descenso en el número de inversores que no considera interesante ninguna opción de inversión. Ha pasado del 28% en el 2022 al 18,3% en el 2023.
Según los autores del estudio, estos datos subrayan la «necesidad» de seguir fomentando la cultura financiera y una mayor planificación económica entre los ahorradores.
«Me resulta preocupante que muchos inversores elijan activos que no siempre se adaptan a sus necesidades, especialmente en el momento actual en que la inflación se ha vuelto a mostrar como un factor relevante», ha indicado el consejero delegado de Bestinver, Enrique Pérez-Pla.
De hecho, el objetivo a largo plazo de las inversiones ha roto con la tendencia positiva que llevaba en ediciones pasadas, cayendo a un 31,1% la proporción de inversores que, a la hora de planificar su ahorro/inversión, tiene en cuenta sus necesidades a largo plazo. Esto es 5,2 puntos porcentuales menos que el año pasado.
En cambio, suben desde el 20,6% al 24% los inversores que priorizan el corto plazo, mientras que pasan del 43,1% al 44,9% los inversores que se focalizan en el medio plazo.
Respecto a los últimos tres años, destaca el aumento sostenido de entrevistados que cree que la inversión en fondos de inversión es para personas con mucho dinero. Hasta un 23,9% cree que este producto es para altos patrimonios, aumentando esta proporción hasta un 33,4% en el caso de los más jóvenes.
Asimismo, pese a que solo el 25,1% de los encuestados afirma tener formación en finanzas, el 50% se considera un inversor medio o sofisticado. El 62% muestra interés por una app móvil de educación financiera, una cifra que aumenta hasta un 75% en el caso de los más jóvenes.
En cuanto al porcentaje de ingresos destinados a ahorro o inversión, se ha registrado un descenso de siete décimas frente al año pasado, hasta el 28,8%. A nivel anual, el 16,7% de los inversores presenta un nivel de ahorro bajo (5.000 euros o menos), mientras que otro 42,5% tiene un nivel de ahorro medio (entre 5.000 y 15.000 euros). Finalmente, otro 40,9% tiene un nivel de ahorro elevado, con más de 15.000 euros. De hecho, dentro de este último tramo, un 18% de los encuestados logra ahorrar o invertir más de 30.000 euros cada año.
En todo caso, aunque los inversores españoles están por debajo de la media de la UE en nivel de ahorro, el director del IESE, José Luis Suárez, ha destacado que «la mayoría de encuestados tiene una actitud favorable hacia el ahorro».
Respecto al futuro de sus inversiones, el 79,3% de los encuestados invierten para poder mantener el nivel de vida en el futuro (79,3%), mientras que otro 78,1% espera ahorrar para emergencias o imprevistos, al tiempo que un 69,5% también señala que invierte para ayudar a sus hijos y financiar su educación.