El Banco Central de Brasil ha optado por adoptar una postura de política monetaria «más contractiva, más cauta y sin indicaciones futuras en los próximos movimientos» como la forma más apropiada para hacer frente al «incierto» y «desafiante» escenario global e interno, marcado por cierta persistencia de la inflación y el desanclaje de las expectativas.
Este ha sido el mensaje enviado por el comité de política monetaria tras su última reunión del pasado 7 y 8 de mayo, en la que se optó por un recorte de 25 puntos básicos de los tipos de interés, hasta el 10,5%, frente a las mayores reducciones de los últimos meses, que eran de 50 puntos básicos.
«La situación actual, caracterizada por una etapa del proceso desinflacionario que tiende a ser más lenta, expectativas de inflación no ancladas y un escenario global desafiante, exige serenidad y moderación en la conducción de la política monetaria», ha apuntado el banco en el acta de la reunión, divulgada este martes.
Pese a que la última decisión ha supuesto saltarse la guía o estrategia de los últimos meses, la entidad ha sostenido que, más importante que el posible coste reputacional de no seguir estas indicaciones, es el riesgo de perder credibilidad en cuanto al compromiso de combatir la inflación y anclar las expectativas.
Así, se ha considerado en este caso más apropiada una reducción de 25 puntos básicos para lograr una inflación dentro de la meta en el horizonte relevante. «Al final, se concluyó unánimemente que era necesaria una política monetaria más contractiva y cautelosa para reforzar la dinámica desinflacionaria», recoge el acta.
De cara al futuro, podría darse cierta flexibilidad en la decisión de política monetaria, apuntando a la reuniín de junio, lo que permitiría, a la luz de un nuevo conjunto de información, calibrar adecuadamente la trayectoria del instrumento de política monetaria.
No obstante, el comité ve probable que las situaciones nacionales e internacionales sigan siendo más inciertas, lo que requerirá mayor cautela en la conducción de la política monetaria.
ESCENARIO ADVERSO
A ojos del banco central brasileño, el entorno externo parece ser más adverso, debido a la elevada y persistente incertidumbre sobre el inicio de la flexibilización de la política monetaria en Estados Unidos y la velocidad con la que la inflación caerá de manera sostenida en varios países.
En relación con el escenario interno, el conjunto de indicadores de actividad económica y del mercado laboral ha mostrado un dinamismo mayor al esperado, con unos datos «benignos» de inflación, tanto en el índice general como subyacente.
Sin embargo, se ha dado un aumento en las proyecciones de inflación a mediano plazo, incluso condicionadas a un tipo de interés más alto. Del mismo modo, se ha observado un incremneto en las proyecciones a más corto plazo.