La economía española se está comportando mejor que la media europea, impulsada por el consumo público y un fuerte aumento de la población activa, según el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, quien ha advertido, sin embargo, de la aparición de dudas respecto de la sostenibilidad del crecimiento a futuro.
«La economía española se está comportando mejor que la media europea», ha reconocido Guindos durante un almuerzo debate organizado por Panel Cívico, donde ha señalado como principales motores de esta buena marcha al consumo público y, por otro lado, al fuerte incremento de la población, de la población activa y de la poblacional empleada.
En este sentido, el exministro español ha apuntado que esto puede responder en parte al impacto de la inmigración, aunque también a que algo de economía sumergida se haya regularizado.
No obstante, Guindos ha advertido de que mientras se ha visto un muy buen comportamiento del mercado laboral en número de ocupados, el número de horas trabajadas no ha evolucionado del mismo modo, lo que muestra que el empleo se distribuye entre más personas y puede tener que ver con el empleo a tiempo parcial, así como con el auge de los fijos discontinuos.
«Eso hace surgir dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento a futuro», ha indicado Guindos, para quien serían necesarias reformas que requieren de consenso al tiempo que ha recordado que el gasto público deberá ajustarse al marco fiscal que se ha pactado.
DECISIÓN CLARA EN JUNIO
En cuanto al conjunto de la eurozona, el vicepresidente del BCE ha calificado la situación macroeconómica de ligera recuperación desde niveles muy reducidos, anticipando que se espera que esta mejoría vaya cobrando impulso, mientras que, tras un proceso de desinflación muy intenso, el BCE espera en los próximos meses «una cierta estabilización» para converger en 2025 hacia el objetivo del 2%.
De este modo, el vicepresidente del BCE considera que la entidad ha sido «muy clara» sobre la posible decisión de la reunión del próximo mes de junio, cuando todo apunta a que la entidad bajará tipos por vez primera desde 2015, aunque Guindos ha subrayado que el banco central no quiere comprometerse con ninguna senda posterior debido a la elevada incertidumbre.
A este respecto, ha advertido que el BCE seguirá siendo dependiente de los datos y tomando sus decisiones reunión a reunión, tomando en cuenta la evolución de referencias como los salarios, los márgenes empresariales y la productividad, además de las previsiones y datos macroeconómicos.