La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) ha avisado de que el balance global del año 2023 muestra que las cifras del sector fueron deteriorándose, trimestre a trimestre, a lo largo del año, aunque el ejercicio cerró con un incremento del 3,2% en la cifra de negocio y la producción de la industria del metal.
En su Asamblea Anual celebrada este martes en Madrid, el presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, ha indicado que este porcentaje se sitúa dos décimas por debajo del incremento de los precios registrados en el pasado ejercicio, mientras que las exportaciones de productos metálicos crecieron un 8,9% en el período y las importaciones, al 4,6%.
Sin embargo, pese a estos avances, los indicadores en 2022 y 2023 no han conseguido compensar las caídas de dos dígitos en la producción y la cifra de negocios que sufrió el sector en los ejercicios de 2020 y 2022.
«Con ser positivo, el balance global del año 2023, no puede tampoco ocultar que las cifras fueron deteriorándose, trimestre a trimestre, a lo largo del año y que las previsiones que auguran las encuestas de sentimiento de los últimos trimestres no permiten ser demasiado optimistas», ha señalado Guerrero.
PIDE REDUCIR COSTES Y FOMENTAR LA PRODUCTIVIDAD
Ante esta situación, el presidente de Confemetal ha pedido favorecer que las empresas recuperen y consoliden su actividad «reduciendo costes de todo tipo y fomentando la competitividad y la productividad, a través de la innovación, la formación y la internacionalización, y mejorando sus vías de financiación» para impulsar a corto y medio plazo la economía productiva.
Así, ha defendido un plan global, hecho de actuaciones «concretas y coordinadas, rápidas, eficientes, flexibles y capaces de llegar a todo el tejido económico», frente a las medidas actuales desarrolladas en el sector que han sido «efectivas parcialmente».
«Para favorecer realmente la productividad y la competitividad en la actual situación, con previsiones poco halagüeñas y significativos riesgos políticos, es necesaria una orientación anticíclica de las políticas económicas, y hacer una gestión eficiente y una aplicación rápida de los Fondos Europeos que tantas expectativas generaron y que, lamentablemente, no se han visto cumplidas en la misma medida», ha demandado.
En esta línea, para Guerrero sería necesario que instituciones, administraciones, agentes sociales y el conjunto de la ciudadanía empujasen en una «misma dirección».
«El marco económico no es el más favorable para la inversión y la creación de riqueza y empleo, pero la estructura empresarial, todo el tejido económico y social del país no ha perdido su potencial de competitividad y progreso», ha subrayado.
De esta manera, ha recordado que los vectores del sector son la formación, la innovación, la fiscalidad favorable a la actividad, la flexibilidad laboral, la racionalidad energética, el desarrollo de las infraestructuras productivas, la promoción exterior y el apoyo a la internacionalización, y, sobre todo, la existencia de un marco normativo estable, no discriminatorio y amigable e impulsor de la actividad empresarial.