El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de España, Antón Costas, ha avanzado este martes en Logroño la previsión de la entidad de una «primavera económica» para los años 2024 y 2025, aunque ha alertado de la «indecente» tasa de pobreza, especialmente infantil, que se sufre en el país.
Así lo ha afirmado Costas momentos antes de participar en una jornada organizada por el Consejo Económico y Social de La Rioja con motivo de la apertura de su nueva sede. Un encuentro al que han asistido, además, el presidente del CES regional, Jesús Cámara, y la expresidenta del Tribunal Constitucional, miembro del Consejo de Estado y Catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, María Emilia Casas Baamonde.
En palabras de Costas, desde el año 2022 España está viviendo una «primavera económica inesperada, inesperada porque todos los pronósticos es de que venía una recesión y, sin embargo, hemos visto que desde el 2022 estamos asistiendo a un crecimiento de la economía, yo creo que muy razonable, con creación de empleo».
«Mi pronóstico -ha añadido- es que esta primavera económica se va a mantener en el año 2024 y muy probablemente también en el año 2025. Creo que la economía crecerá más de lo que están diciendo los pronósticos, que se irá al 2 ó 2 y un poquito por ciento. Esto es en sí mismo una buena noticia», ha añadido.
Pero a ello ha contrapuesto que esta primavera económica «no está evitando que muchas personas continúen pasando frío, especialmente es desolador el comprobar cómo la pobreza infantil, la pobreza de niños en España, es la más alta de toda la Unión Europea, incluyendo a países mucho más pobres que nosotros. Yo creo que es indecente soportar estos niveles» que, ha dicho, «desasosiegan».
Antón Costas ha advertido, además, de que el crecimiento de la economía está generando un «desequilibrio» que no se esperaba en el mercado de trabajo». Así, ha explicado que «por un lado, hay muchas personas que desean tener un buen empleo y, por otro lado, estamos viendo que hay muchas empresas que nos están diciendo que ellos tienen vacantes, es decir, puestos de trabajo que no consiguen ocupar».
Un «desajuste», ha reseñado, «al que hay que responder», y para el que ha planteado «una ‘celestina’ que puede emparejar la demanda, la necesidad de muchas personas de tener buenos empleos con la necesidad de las empresas de tener perfiles para ocupar sus puestos de trabajo» y que ha centrado en la formación dual.
En este sentido, ha recordado que el CES de España ha publicado hace unos meses un informe que es «revelador», en el que se indica que todas las personas, jóvenes, mujeres y hombres que han hecho formación dual tienen una trayectoria laboral muchísimo mejor que aquellos chicos y chicas que no la han hecho.
Algo, en sus palabras, «determinante» y que «debe llevar tanto al sistema educativo como a las empresas y hasta a las propias familias a colaborar a cooperar en esta fórmula de dual, que tiene capacidad para poder emparejar esas dos necesidades».
DIÁLOGO SOCIAL.
Por su parte, María Emilia Casas ha valorado la importancia del diálogo social, que ve «renacido» especialmente en el caso europeo, dejando atrás «una premisa histórica que se ha demostrado equivocada, que señalaba que el diálogo social sólo funcionaba cuando hay periodos de bonanza económica pero no en época de crisis». Ha sido el caso de la pandemia, «en la que ha sido un elemento absolutamente esencial».
Así, ha apuntado que «en España tenemos un número de acuerdos de diálogo social que hubiera sido inimaginable», por lo que ha asegurado que «hay un reconocimiento general del papel del diálogo social», en lo que ha puesto como ejemplo la necesaria consulta a los interlocutores sociales por parte de los Gobiernos a la hora de recibir los fondos del programa Next Generation.
Ante los cambios futuros, «por dos vías, la digitalización de las economías y la lucha contra el cambio climático», Casas ha abogado porque «en lo que va a afectar al empleo, que se transformará y se suprimirá, con casos como la inteligencia artificial», para que esos cambios «sean socialmente justos, precisan de la participación del diálogo social».
Por último, Jesús Cámara ha valorado la «recuperación» del CES en La Rioja, que «llevaba 10 años paralizado», un hito que «es importante porque es el órgano de mayor nivel en diálogo social», por lo que ha valorado además el poder contar con una nueva sede, ubicada en la calle Vara de Rey, 42, «para poder volver a trabajar o para reunir a las comisiones y a la permanente», con temas de interés como el agua, la despoblación «o ahora mismo, el tren».