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CCOO pedirá al Gobierno que se pueda acceder a la jubilación parcial con 4 años de anticipo, 2 más que ahora

El secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO y negociador del sindicato en la mesa de diálogo social sobre pensiones, Carlos Bravo, ha expresado su rechazo a la propuesta de reforma de jubilación parcial que les trasladó el Gobierno en la última reunión y ha avanzado que el sindicato pedirá mañana a la Seguridad Social, durante una nueva reunión de la mesa, que se pueda acceder a la jubilación parcial hasta cuatro años antes de la edad ordinaria de jubilación, dos años más de lo que plantea el Ministerio de Elma Saiz.

Bravo, en una entrevista con Europa Press, ha señalado que la propuesta del Gobierno sobre jubilación parcial, modalidad que permite compatibilizar la pensión con un empleo a tiempo parcial, no ha convencido a ninguno de los interlocutores sociales, pues endurece algunos de sus términos actuales y los que mejora, son insuficientes.

Una de las mayores discrepancias del sindicato con la propuesta inicial del Ministerio de Seguridad Social es el periodo de tiempo en el que se permite anticipar el acceso a la jubilación parcial respecto a la edad ordinaria de jubilación.

El Gobierno plantea mantener el plazo actual, de dos años, mientras que CCOO quiere ampliarlo a cuatro años, es decir, que sea posible acceder a esta modalidad de jubilación hasta cuatro años antes de la edad ordinaria de retiro.

«Estamos planteando que el periodo para el que puedan entrar no sea sólo de dos años sino que sea más amplio. Nos gustaría llegar a los cuatro años que teníamos acordados en 2011 y que recortó el Partido Popular», ha apuntado Bravo, que además ha insistido en que trasladará al Gobierno la necesidad de que sólo exista una fórmula de jubilación parcial, válida para todos los sectores.

La razón es que se plantea una jubilación parcial ordinaria y una jubilación parcial extraordinaria, una fórmula que actualmente se está aplicando a la industria manufacturera y a la que se permite acceder con cuatro años de antelación. El Gobierno plantea recortar este plazo a tres años.

«(En la jubilación parcial extraordinaria) lo que se ha planteado es que la industria manufacturera y algún otro colectivo que tenía cuatro años vayan a tres y además en unas condiciones peores, en la medida en que se aplican coeficientes reductores y no se recalcula la base reguladora al final del periodo», ha denunciado.

Así, Bravo cree que lo propone el Gobierno es que la figura de la jubilación parcial extraordinaria sustituya la situación transitoria que tiene la industria manufacturera, «endureciendo los requisitos». «Y la que se utiliza para el resto, la ordinaria, lo que se plantea es mejorar algunos requisitos, pero consolidando los dos años, que es el principal elemento de discrepancia que hemos tenido. Por tanto, no hay una mejora, al contrario, hay un empeoramiento de la situación precedente», ha defendido.

Para Bravo, lo que habría que hacer es establecer una única modalidad de jubilación parcial, de aplicación a todos los sectores, incluidos los empleados públicos, que ahora mismo no la tienen permitida, a la que pudiera accederse en todos los casos con hasta cuatro años de anticipo respecto a la edad ordinaria de jubilación.

El responsable sindical ha explicado que en 2023 se jubilaron parcialmente 26.000 personas, de las que un 28% trabajaban en la industria manufacturera y un 72% en otros sectores.

«La jubilación parcial es algo que está siendo demandado en todos los sectores de actividad. La propuesta que hace el Gobierno es mejorar algo la regulación para el conjunto de los sectores, pero manteniendo los dos años de anticipo, que nosotros queremos ampliar, y empeorarla sustancialmente para quien tenía una situación extraordinaria, que es la industria manufacturera, lo cual tampoco ha sido objeto de buena acogida por parte de ninguno de los interlocutores sociales», ha recalcado.

Además, con respecto a los contratos de relevo que pueden realizarse o no en la modalidad de jubilación parcial, Bravo ha indicado que pedirán al Gobierno mejoras salariales y en la calidad del empleo de los relevistas, para que tengan contratos fijos a tiempo completo y ocupen puestos no amortizables, es decir, que no sean despedidos cuando se produzca la jubilación definitiva del jubilado parcial.

TAMPOCO LE CONVENCE LA PROPUESTA SOBRE JUBILACIÓN ACTIVA

El Gobierno también ha puesto sobre la mesa una reforma de la jubilación activa que permitiría compatibilizar el 100% de la pensión de jubilación contributiva con cualquier trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia, pero la propuesta del Gobierno en esta materia tampoco convence a CCOO.

En concreto, la Seguridad Social ha planteado que, para cobrar el 100% de la pensión, se necesitarían al menos cinco años en activo tras el cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación.

En su propuesta sobre esta modalidad, el Gobierno mantiene la necesidad de demorar al menos un año la jubilación para poder simultanear el retiro con la pensión y se elimina la incompatibilidad con el complemento de demora, así como la exigencia de una carrera de cotización completa.

Además, plantea que el porcentaje de pensión a percibir por el jubilado que se mantenga en activo vaya subiendo gradualmente: tras un año de demora, el trabajo podrá ser compatible con el 30% de la pensión; con dos años se percibiría el 40% de la pensión correspondiente; con tres años, el 50%; con cuatro años se cobraría el 75%, y con cinco años o más en activo, el 100% de la pensión.

La regulación actual de la jubilación activa para compatibilizar la pensión de jubilación contributiva con la realización de cualquier trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia no permite percibir el 100% de la pensión salvo si la actividad se realiza por cuenta propia y se acredita tener contratado, al menos, a un trabajador por cuenta ajena. La reforma que propone el Gobierno elimina la singularidad por contratación de un asalariado.

Bravo ha subrayado a Europa Press que pactaron la fórmula de la jubilación activa hace dos años para que se pudiera acceder a ella un año después de la edad ordinaria de jubilación, cobrando el 50% de la pensión y compatible con cualquier actividad.

«Aunque aumente el 50% (hasta el 100%), hacerlo cuando alguien retrasa 4 ó 5 años, es decir, cuando alguien se coloca entre 69 y 71 años trabajando, creo que no va a tener mucho recorrido en los términos en que está formulada (la propuesta), pues aunque mejora la situación de quien retrasa muchos años el acceso a la jubilación, la empeora respecto de la regulación actual para quien la retrasa uno y dos años», ha señalado Bravo.

Así, entiende que con esta propuesta del Gobierno no se hace más atractiva la jubilación activa, una modalidad que, según ha apuntado, en realidad tiene una presencia «muy pequeña» en el mercado de trabajo español, pues sólo afecta a 70.000 personas, la mayoría de ellas autónomos.

«Y además son autónomos con un perfil discutible, porque por un lado tienes al autónomo que llega a la jubilación con una pensión muy escasa y tiene necesidad de seguir trabajando, donde está justificado y no tiene sentido que le endurezcan las condiciones, y por otro lado, tienes al autónomo que llega a la edad de jubilación con un negocio que funciona bien, que no tiene ninguna intención de jubilarse, sino que piensa mantener su negocio, y que se encuentra con una mejora de esa prestación. Es muy discutible que haya que potenciar eso cuando alguien mantiene esa actividad sin ninguna dificultad», ha explicado.

«En todo caso, el conjunto de la propuesta no la consideramos suficiente y veremos a ver en la mesa de negociación lo que da de sí», ha indicado Bravo, que espera que pueda existir un acuerdo en la mesa de negociación antes del verano.