La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha pedido que se complete la Unión Bancaria en el nuevo ciclo político que está a punto de abrirse en la Unión Europea, donde habrá elecciones del 6 al 9 de junio.
En una conversación con el consejero delegado de la Asociación Europea de Mercados de Capitales (AFME, por sus siglas en inglés), Adam Farkas, dentro de la XV Conferencia Anual sobre los mercados de capitales, la presidenta de AEB ha insistido en completar esta Unión Bancaria, aunque ha destacado los avances que se han realizado tras la última crisis financiera y que ha supuesto la puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y un código normativo común.
Ha continuado explicando que en el Pilar 1 ya existe un enfoque único de supervisión, que proporciona «más confianza» a todas las partes interesadas. En cuanto al Pilar 2, Kindelán ha indicado que hay algunos aspectos del marco de resolución que todavía tienen que avanzar, como es la cuestión de la liquidez.
Sin embargo, ha sido en el Pilar 3 y, especialmente, con el Fondo de Garantía de Depósitos único, donde Kindelán se ha mostrado más crítica. La presidenta de la patronal ha señalado que hablar del FGD único es «tabú», pero cree que si quiere avanzar en la Unión Bancaria, es «necesario reabrir algunas de estas conversaciones».
Según Kindelán, este fondo único supondría el «fin» de la fragmentación del sistema bancario en la UE, puesto que garantizaría un nivel uniforme de protección de los depositantes, independientemente de donde se ubique la entidad; se rompería el nexo «banco-soberano»; y se garantizaría que las valoraciones y los costes de financiación de los bancos estén determinados por su perfil de riesgo, su rentabilidad y su solvencia, y no por su nacionalidad.
MARCO REGULATORIO «MÁS EQUILIBRADO»
Por otro lado, la presidenta de la patronal bancaria ha pedido un marco regulador que tenga un enfoque «más equilibrado» entre estabilidad financiera y crecimiento. En concreto, ha explicado que la banca es un sector «regulado», algo importante puesto que da confianza a depositantes e inversores.
«Sin embargo, una regulación excesivamente compleja repercute negativamente en el atractivo del sector y en su eficiencia a la hora de desempeñar sus funciones críticas», ha indicado. De hecho, ha trasladado a la audiencia que la falta de previsibilidad regulatoria y los excesivos requisitos suelen estar detrás de la infravaloración en los mercados de los bancos europeos.
Sin dejar atrás la importancia de la estabilidad financiera y el aumento de la resistencia de las entidades, Kindelán ha afirmado que la prioridad de Europa también debe ser «crecer y competir». «Tenemos que considerar mandatos más amplios que incluyan también otras dimensiones como el crecimiento, la competitividad o la eficiencia», ha sostenido.