Bezoya celebra 50 años en el mercado de aguas con un impacto socioeconómico, a lo largo de su cadena de valor, de 187 millones de euros y la creación de 1.700 puestos de trabajo (directos, indirectos e inducidos) en España.
Durante el último ejercicio fiscal, la facturación de Bezoya rondó los 140 millones de euros, con un volumen de ventas total que superó los 540 millones de litros. En las últimas cinco décadas, la marca de agua de Pascual ha destacado por su enfoque en la innovación, introduciendo formatos disruptivos en todos los canales, como el Bag in Box, y mostrando un fuerte compromiso con la sostenibilidad al utilizar material reciclado al 100% para todas sus botellas, según ha informado en un comunicado.
En palabras del director de Negocio de Bebidas de Pascual, Juan Luis González, 2024 está siendo un año «muy especial» para la marca. «Hemos conseguido llegar a las bodas de oro de Bezoya más renovados y sostenibles que nunca, pero no nos conformamos, tenemos la ambición de seguir creciendo con especial foco en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) y en Retail (venta al por menor)», ha explicado.
Con motivo del 50 aniversario, Bezoya ha introducido una nueva botella de 1,5 litros fabricada completamente a partir de material reciclado de otras botellas. Esta nueva botella presenta un peso reducido en un 5% en comparación con la anterior y cuenta con un diseño e imagen renovados y atractivos.
COMPROMISO CON LAS ZONAS RURALES
La marca de Pascual cuenta con dos plantas de embotellado ubicadas en municipios de menos de 1.200 habitantes, concretamente en Ortigosa del Monte y Trescasas, ambos en la provincia de Segovia, generando un total de 200 empleos directos.
Desde su implantación, estas localidades han experimentado un crecimiento demográfico significativo, según destaca la compañía. En el caso de Ortigosa del Monte, la población ha aumentado de 200 habitantes en la década de 1970 a 600 en 2023. En cuanto a Trescasas, ha pasado de 350 habitantes en 2003 a más de 1.100 en 2023.
De esta manera, más del 80% de los empleados de Bezoya son habitantes de los dos municipios segovianos y el resto de la plantilla pertenece a localidades del entorno o de otros puntos cercanos de la provincia, según la compañía.
EL ‘COMPROMISO BEZOYA’
Bezoya comenzó su trayectoria en 1974 al adquirir el manantial de Bezoya en Ortigosa del Monte (Segovia), donde se estableció su primera planta. Con el tiempo, en 2003, Pascual abrió otra planta en Trescasas (Segovia), cerca del manantial de Siete Valles.
En 2020, la marca lanzó el ‘Compromiso Bezoya’, integrando todas sus iniciativas a lo largo de la cadena de valor para promover la sostenibilidad ambiental y la economía circular. Este compromiso se basa en cinco pilares, origen, envasado sostenible y residuo cero, producto, movilidad sostenible y reciclaje.
En los últimos cuatro años, Bezoya ha avanzado en cada uno de estos pilares. Ha cuidado la biodiversidad en el entorno de su manantial en la Sierra de Guadarrama a través de Red Natura 2000, principal instrumento europeo encargado de la conservación.
En cuanto al envasado sostenible y residuo cero, ha apostado por la construcción sostenible de sus plantas, el uso de energía renovable y la valorización de residuos. De esta manera, el 100% de la energía que utiliza Bezoya procede de fuentes renovables, acreditado por el certificado LEED Silver, y el 100% de los residuos que genera son valorizados; sus dos plantas cuentan, desde el año 2021, con el certificado «Residuo Cero» de AENOR.
Desde 2012, utiliza plástico reciclado (rPET) en sus botellas, certificado por AENOR, y ha reducido sus emisiones de carbono para alcanzar la neutralidad climática. Además, Bezoya cuenta con una flota comercial 100% eléctrica y tiene proyectos como Cargobici, en Barcelona, de logística de última milla para la distribución en zonas urbanas, que prevé poder extender al resto del país en los próximos años.