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Economía

Así es el negocio del turismo musical

En Fitur 2019 se desveló que España era el primer destino en cuanto al turismo de festivales musicales, pero el covid nos hizo retroceder a las cifras de 2013. ¿Regresará el turista musical?
Asistentes al festival de Woodstock con material de acampada, en 1969.

Tras el parón provocado por la pandemia, el verano de 2022 se está viviendo en el mundo de la música en directo como el del regreso a la plena normalidad, en cuanto a las cifras que se confía alcanzar por facturación y número de asistentes a los más de cien festivales de todo tipo que tendrán lugar por todo el país. Las cifras de los dos grandes festivales ya celebrados, el madrugador Viña Rock (del 28 al 30 de abril) y el Primavera Sound (del 2 al 11 de junio, en una edición especial de vigésimo aniversario y formato doble: dos fines de semana completos en el Parc del Fòrum, además de una buena cantidad de conciertos en la ciudad entre semana).

El primero, según datos de la organización, sumó 240.000 asistentes durante su celebración y tuvo un impacto económico de unos 22 millones de euros, generando 1.800 puestos de trabajo directos y más de 3.000 indirectos, unas cifras muy similares a las de los años anteriores a la pandemia. El segundo ofreció más de quinientas actuaciones en diez días que, según los datos facilitados por el festival, reunieron a 460.500 personas en las jornadas celebradas en el Fòrum, y 40.200 en el Primavera en la Ciutat, superando el medio millón de espectadores (en los festivales de más de un día, la cifra suma los espectadores de cada jornada, que en muchos casos repiten los otros días).

Ateniéndonos a los datos publicados en el Anuario 2022 de la música en vivo, que edita la Asociación de Promotores Musicales (APM), el crecimiento de la facturación de la música en directo en España desde 2013 (el año en el que repercutió más duramente la Gran Recesión, que en el sector comenzó a sentirse en 2010) había sido imparable hasta 2019, más que duplicando la facturación en sólo seis años (se pasó de los 158 millones facturados en 2013 a los 382,5 facturados en 2019: un 111% más).

Cifras

La edición 2022 del Primavera Sound de Barcelona superó el medio millón de asistentes a lo largo de diez días de conciertos.

Las cifras de crecimiento anual han provocado, tal y como explica David Saavedra, autor de la guía Festivales de España, publicada por Anaya Touring, que “los grandes fondos de inversión están entrando cada vez con más fuerza en la gestión de los festivales”.

Cuando el fondo estadounidense The Yucaipa Companies adquirió en 2018 el 29% de Primavera Sound se estaban sentando las bases de su internacionalización (que había dado comienzo, en realidad, en 2012, con la aparición de Primavera Sound Oporto). “Hoy en día, Primavera Sound es una macroempresa multinacional – comenta Saavedra–, que ha abierto sucursales en Los Ángeles, Santiago de Chile, Buenos Aires y São Paulo y en 2023 se instalará también en Madrid”.

Los grandes fondos de inversión, como The Yucaipa Companies, están entrando cada vez con más fuerza en la gestión de los festivales.

Otra de las grandes empresas españolas en la organización de festivales es Last Tour, que “se está expandiendo a una velocidad vertiginosa”. En la actualidad, organiza el BBK Live de Bilbao, el Azkena Rock de Vitoria, Bime Live de Bilbao (y que ha comenzado en mayo a operar en Bogotá), Donostia Festibala y el Santaspas- cuas de Pamplona. Este año, además, estrenan el Cala Mijas, en Málaga; el Navia Suena, en Asturias, y el Kalorama en Lisboa. Sin embargo, la gran sorpresa la lleva proporcionando desde hace años The Music Republic, que es “una empresa valenciana que empezó con Arenal Sound, en Burriana, en 2010, y se convirtió por sorpresa en el que más público atraía en España. Después, ha ido comprando otros festivales, como el Viña Rock, Interestelar Sevilla o Granada Sound, y dio la campanada en 2019 adquiriendo el FIB de Benicasim”.

Gentrificación y turismo

Saavedra explica lo curioso que resulta que lo que solía aparecer en las páginas de sucesos de los periódicos (así solía ser en los años setenta y ochenta), “con caos, disturbios y casos de vandalismo, se ha ido gentrificando desde principios de siglo, y son los propios ayuntamientos los que quieren tener ‘su’ festival. De ser algo que se asociaba a melenudos se ha convertido en algo de lo que se destacan los millones de euros de impacto económico sobre la población que lo acoge”. El Anuario 2022 de la música en vivo de APM así lo refleja también, poniendo de manifiesto que España es el primer destino del mundo en cuanto al turismo de festivales musicales, en el último año del que se tienen publicados datos, 2019. Ese año, la mayoría de los turistas llegó a España desde Reino Unido (el 43%), seguido, ya a bastante distancia, de Francia (9%), e Irlanda y EE UU (ambos países con el 6%).

Cifras

España y Portugal visto crecer en un 500% el número de turistas musicales desde 2014, fundamentalmente por los festivales.

Durante la celebración de Fitur 2019 se presentó el documento Music is the New Gastro- nomy: White Paper on Music and Tourism – Your Guide to Connecting Music and Tourism, and Making the Most Out of It [La música es la nueva gastronomía: Libro Blanco de la Música y el Turismo – Su guía para conectar la música y el turismo, y sacarle el máximo partido], elaborado con el apoyo de la Organización Mundial del Turismo, el organismo de la ONU cuya sede oficial se encuentra en Madrid, en el que se destacaba que “Portugal y España han visto crecer en un 500% el número de turistas musicales desde 2014, fundamentalmente por los festivales”.

En esa misma edición de Fitur, el presidente de la asociación del turismo musical en España Spain Live Music, Iñaki Gaztelumendi, también consultor de la Organización Mundial del Turismo (OMT), ofreció datos que decían que el turista de festivales gastaba de media en España 300 euros. Y, una vez más, los británicos, que lideraban el ranking por nacionalidades de turistas musicales, también ocupaban el primer lugar en gasto per cápita, con 370 euros.

Literatura sobre festivales

Guía para recorrer los 60 principales y un volumen para conocer de cerca el FIB

Tras el parón provocado por la pandemia, en las librerías han coincidido dos volúmenes publicados este año dedicados a hablar de los festivales. El primero ha sido Festivales de España, publicado por Anaya Touring, la colección de guías de viaje temáticas de la editorial Anaya, y escrito por David Saavedra, periodista musical con un largo currículo, en el que figura su trabajo como guionista de las tres temporadas del programa de TVE Un país para escucharlo, que presentaba el guitarrista de Tequila y Los Rodríguez Ariel Rot. El segundo es Aquí vivía yo, publicado por Libros del K.O. y escrito por Joan Vich que, como recuerda en el prólogo, ha trabajado durante veinticinco años en el FIB (Festival Internacional de Benicasim), en los que, explica “empecé de camarero y acabé de codirector”.

La guía de David Saavedra está pensada para satisfacer la demanda del llamado “turismo de festivales”, ya que, como nos explica por teléfono, “cada vez hay más gente que planifica sus vacaciones pensando en ir a festivales y están más interiorizados en el ocio de la gente. Y no me refiero sólo a la gente joven, sino a gente de más de 50 años”. Abarca 60 festivales –“lo dejé ahí porque había que poner un límite, pero podría haber metido 100 o 150, para incluir Portugal”– y explica sus respectivos orígenes y personalidad. El libro de Vich, que también ha trabajado como periodista y como músico (en The Frenkenbooties, Patrullero Mancuso y Single) es una crónica personal, trufada de infinidad de anécdotas de artistas, del primero de los grandes festivales de pop-rock que terminarían convirtiéndose en reclamo turístico de primer orden.

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