La eterna pregunta que se hace el ciudadano de a pie tiene que ver con el acto de llenar el depósito de su coche y con el precio del petróleo. A menudo vemos como cuando despega el crudo en los mercados, los precios de los combustibles se disparan. Es lo que ha sucedido en las últimas semanas con el repunte del barril de Brent por encima de los 130 dólares. Sin embargo, cuando el oro negro cae, no lo hace tan rápidamente el de la gasolina. ¿A qué se debe esto?
Este fenómeno es el que se conoce como el efecto “cohete-pluma”. Es decir, que el precio dela gasolina sube como un cohete cuando lo hace del petróleo, pero baja como una pluma cuando el crudo desciende.
Es una situación que requiere atender a diferentes factores. En primer lugar, los precios de la materia prima, el crudo, representan solo 17 euros de cada 50 euros que repostamos, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). Cerca de 9 euros corresponden al coste de la logística y comercialización, y un euro es el margen bruto mayorista. Así, 23 euros de esos 50 euros son impuestos, según la AOP.
También hay que entender la situación de fondo del mercado de las materias primas. Algunos analistas ya advertían de que se podría estar sembrando las bases de un gran ciclo que llevase el precio del petróleo a nuevos máximos históricos. Si a ello le unimos la invasión rusa y la muy fuerte respuesta vía sanciones de los países occidentales y sus aliados, tenemos el caldo de cultivo perfecto para esperar que pueda seguir subiendo, sin que sea posible marcar ningún techo.
La OPEP+ ha estado en modo “esperar y observar” en los últimos meses, con el objetivo de no hacer olas con sus decisiones de suministro. “Sin embargo, los precios más altos desafiarán la integridad del cártel, ya que podría resultar difícil garantizar el cumplimiento de las cuotas de suministro existentes”, comenta Nitesh Shah, analista de WisdomTree.
“Esta podría ser una de las razones por las que el grupo de países productores de petróleo puede estar inclinado a equilibrar el mercado con su capacidad de espacio antes de que los precios alcancen un nivel alarmantemente como los 150 dólares el barril”, añade.
Las razones del fenómeno
Una vez entendido el telón de fondo, cabe ver los motivos por los que el petróleo y la gasolina son un matrimonio que van en la misma dirección cuando suben, pero no están correlacionados cuando hay descensos.
Por un lado, el precio que paga el consumidor cuando reposta su vehículo es alrededor del 50% corresponden a impuestos. Y este es uno de los motivos por los que la gasolina no puede bajar nunca tan rápido como el petróleo, ya que hay un coste que siempre soportaremos y que impide una bajada del precio similar al de la materia prima.
En esta línea, más allá de los temas impositivos, las variaciones a la baja del precio de los combustibles tienen que ver con la demanda y el aprovisionamiento que realizan los suministradores.
“Lógicamente, desde que se extrae el petróleo hasta que llega al surtidor pasa un tiempo y las empresas tienen sus reservas de gasolina que van a sacar al precio que les costó, por lo que una caída drástica en el precio no va a tener un reflejo inmediato en el precio del surtidor”, dicen los analistas de Bankinter. Es decir, al adquirir las reservas de combustible al precio de mercado, las compañías no van a trasladar la caída del precio del petróleo para no vender a pérdidas.
Asimismo, hay otros costes y márgenes que incrementan el precio de la gasolina respecto al petróleo y que tienen que ver con todo el proceso de transformación y comercialización. Para que el petróleo pase a ser gasolina hay otros agentes implicados que también ganan sus márgenes (desde transporte a gasolineras). De hecho, el precio del petróleo apenas representa el 40% del coste de la gasolina.
Finalmente, se ha de tener en cuenta el mercado de divisas. “Los barriles de petróleo se comercializan principalmente en dólares y es fundamental para el precio de la gasolina el hecho de tener un euro más fuerte o más débil, ya que ese coste va a ser totalmente diferente, incluso con el precio del barril al mismo nivel”, concluyen los expertos de Bankinter.