Crisis del coronavirus

De Israel a Chile: así avanza el mundo hacia la inmunidad frente al covid-19

Los números, a nivel global, son esperanzadores. Poco a poco, cada vez más países van completando el ciclo de vacunación contra el covid-19 y la vida –y la economía– pueden ir recuperando la normalidad anterior a 2020.
Gente. Cruzar paso de cebra. Foto: Ryoji Iwata (Unsplash)
Foto: Ryoji Iwata (Unsplash)

Medio año después de comenzar la campaña de vacunación, la inmunidad global frente al covid-19 empieza a cristalizar. A finales de mayo se superó el umbral del 10% de la población mundial con al menos una dosis de alguno de los fármacos desarrollados contra este coronavirus. Este hito se lograba después de un acelerón en la campaña que hizo saltar desde el 5% de la población mundial el mes anterior.

Hasta el momento, se han puesto 2.300 millones de dosis en todo el mundo, inoculando a un 12,3% de la población con alguna de las diez vacunas que han recibido aprobación por parte de las autoridades sanitarias, según los datos de Our World in Data.

Eso sí, la diferencia en el ritmo de vacunación entre unos países y otros al tiempo que se relajan las medidas para controlar el avance de la pandemia en algunas regiones, todavía levanta banderas rojas que llaman a no confiarse. El virus sigue ahí.

Los países aventajados

Países como Israel o Reino Unido llevan muy avanzados sus calendarios de vacunación, con hasta un 59 y un 43% de su población que ya han completado la pauta de vacunación. En el caso de Reino Unido, hace tiempo que tiene marcado en rojo el 21 de junio: es la fecha en la que “todos los límites legales sobre el contacto social” serían levantados. O al menos eso esperaban hasta hace unas semanas desde el gobierno de Boris Johnson.

La política china es radicalmente opuesta a la acometida por Estados Unidos. Este país también es productor de vacunas (Pfizer, Janssen y Moderna), pero ha decidido priorizar la vacunación de sus habitantes antes que la venta masiva a otros países. El resultado de estas medidas se refleja en sus datos: más de 305,6 millones de dosis administradas y un 42%% de su población con la pauta de vacunación completa.

El negacionismo pasa factura

Desde el comienzo de la pandemia, el gobierno de Brasil, con Jair Bolsonaro a la cabeza, intentó convencer a sus habitantes de que la sintomatología del coronavirus, que tanta preocupación causaba en otros países, no era tan grave como se creía. Rápidamente uno de los países con mayor población –y que menor protección da a su población– se convirtió también en uno de los más afectados por el virus (460.000 muertos y 16 millones infectados hasta la fecha). Pronto la expansión del covid-19 por el país provocó la fractura del Gobierno (con hasta dos cambios de ministro de Sanidad). En las últimas semanas, los brasileños cansados y desprotegidos han comenzado a manifestarse en las calles de todo el país ante la tozudez e inacción de sus políticos.

Alta vacunación, alta hospitalización

En febrero, la exitosa campaña de vacunación de Chile sorprendía al mundo entero. En una semana, las cifras de vacunados por habitante adelantaban a las españolas, a pesar de haber comenzado con retraso. El ritmo era espectacular y la comunidad internacional se deshacía en elogios. A las loas le siguió una segunda ola devastadora que provocó un 95% de ocupación en las UCI. ¿Cómo puede ser? La explicación se encuentra en la reducción de restricciones, la propagación de variantes y los problemas derivados de la vacuna china CoronaVac (que supone el 93% de las administradas en el país).

La evolución en estos países nos muestra cómo avanza la batalla contra un virus que irrumpió en nuestras vidas hace poco más de un año. El final de la pandemia parece cercano, pero no hay que confiarse. Aún queda mucho trabajo por hacer.

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