El Bitcoin ha caído por debajo de los 100.000 dólares por primera vez desde junio, lo que supone una bajada de más del 20% respecto a su máximo histórico alcanzado este pasado octubre, cuando superó los 125.000 dólares. Esta caída marca la entrada oficial de la criptomoneda en un mercado bajista y ha borrado más de un billón de dólares del valor total del mercado cripto. La corrección se ha visto agravada por fuertes liquidaciones apalancadas, superiores a los 20.000 millones de dólares, que han provocado una oleada de ventas tanto en Bitcoin como en el resto de criptomonedas.
El precio llegó a situarse en 99.109 dólares, aunque posteriormente recuperó brevemente el nivel de los 100.000. A diferencia de los desplomes anteriores, el actual descenso se ha caracterizado por ventas sostenidas en el mercado al contado, especialmente de grandes tenedores, que habrían vendido más de 45.000 millones de dólares en el último mes, según datos de 10x Research. En paralelo, CoinGlass reportó que solo en las últimas 24 horas se liquidaron unos 2.000 millones en posiciones apalancadas, mientras que los contratos de opciones apuntan a precios objetivo en torno a los 80.000 dólares.
El desequilibrio entre las ventas y la falta de nuevos compradores explica la presión bajista sobre el Bitcoin. Markus Thielen, director de 10x Research, señala que las entidades que acumulan grandes volúmenes de la criptomoneda comenzaron a deshacerse de ellos a principios de año, lo que elevó la volatilidad. Aunque la criptodivisa logró recuperar terreno durante el verano y parte del otoño, su evolución reciente refleja un cambio de tendencia en los mercados financieros, en especial en las acciones tecnológicas como Nvidia o Palantir, que también han perdido impulso ante la incertidumbre económica. La Reserva Federal (Fed) contribuyó a este giro tras insinuar que no habrá un nuevo recorte de tipos en diciembre, reduciendo las expectativas de los inversores.
Los analistas advierten de que el mercado podría estar entrando en una nueva fase de debilidad. Thielen anticipa que la demanda de Bitcoin podría seguir cayendo hasta la primavera de 2026, sobre todo entre los inversores minoristas, aunque no prevé una crisis tan severa como la de 2021-2022. En lo que va de año, la criptomoneda acumula una pérdida cercana al 2%, tras haber sido impulsada a finales del año pasado por el triunfo electoral de Donald Trump y sus promesas de apoyo al sector. Actualmente, las salidas de capital de los ETF de Bitcoin y la reducción de compras institucionales han debilitado el soporte del mercado, arrastrando también a las altcoins, que registran caídas de entre un 30% y 40% desde sus máximos recientes.
Factores macroeconómicos han intensificado la presión sobre el sector. Simon Peters, analista de eToro, explicó que las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, rebajaron la probabilidad de un recorte de tipos del 96% al 70%, generando mayor aversión al riesgo entre los inversores. Este contexto, sumado al fortalecimiento del dólar y las dudas sobre la economía global, ha reducido la exposición a activos volátiles como las criptomonedas. La caída de las grandes tecnológicas en Wall Street y la posibilidad de una burbuja bursátil también han aumentado la correlación negativa entre Bitcoin y los índices estadounidenses.
Esta volatilidad no es inusual y recuerda que Bitcoin ha vivido caídas superiores al 30% en el pasado, seguidas de fuertes recuperaciones. Entre enero y abril de este año, por ejemplo, bajó de 109.000 a 74.500 dólares y luego subió un 70%, alcanzando su récord de 126.300 dólares. El analista confía en que, si las expectativas de recortes de tipos o el flujo de capital hacia los ETF mejoran, podría producirse una reversión rápida y un nuevo repunte del precio. A las 13:00 horas de este miércoles, el Bitcoin cotizaba de nuevo al alza, en torno a los 102.000 dólares, manteniendo todavía una revalorización del 8,9% en lo que va de 2025 y dejando la puerta abierta a una posible recuperación en los próximos meses.
