Bitcoin ha vuelto a superar la barrera de los 100.000 dólares por primera vez desde febrero, impulsado por el anuncio de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido. Esta recuperación marca un giro positivo tras la caída sufrida en el mes de abril, cuando su cotización descendió hasta los 74.000 dólares debido a la incertidumbre provocada por las medidas arancelarias del presidente Trump, que empujaron a muchos inversores a abandonar los activos de riesgo.
Alcanzó los 104.000 dólares, para luego retroceder ligeramente y ubicarse en torno a los 103.002 dólares, acercándose a su récord histórico de 109.241 dólares alcanzado en enero. Su capitalización de mercado supera los 2 billones de dólares y otras criptomonedas como ethereum, XRP y solana también han mostrado subidas notables.
El renovado optimismo ha beneficiado no solo al bitcoin, sino también a los mercados bursátiles en general. La expectativa de una rebaja de tensiones comerciales, especialmente con la reunión inminente entre delegaciones de Estados Unidos y China en Suiza, ha reforzado la confianza de los inversores. Trump, por su parte, ha calificado el pacto con el Reino Unido como «el primero de muchos«, lo que ha contribuido a la percepción de mayor estabilidad económica a futuro.
Durante los episodios más agudos de la guerra comercial, bitcoin mostró una caída menos abrupta que la de otros activos tecnológicos, lo cual ha sido interpretado por los analistas como un signo de madurez del mercado. A diferencia de otros momentos en que la criptomoneda amplificaba los movimientos del mercado, esta vez se mantuvo más estable, lo que refleja la creciente presencia de inversores a largo plazo en lugar de meros especuladores.
Según analistas como Simon Peters y Antoni Trenchev, bitcoin ha reforzado su posición como activo resiliente en un contexto macroeconómico volátil. Las previsiones apuntan a que una mayor liquidez global y una baja en los tipos de interés podrían seguir favoreciendo a los activos de riesgo, permitiendo que bitcoin alcance nuevos máximos históricos en lo que resta del año o a comienzos del próximo.
La evolución de bitcoin parece cada vez más vinculada a factores económicos globales que a la especulación pura. Si se mantienen las condiciones de mercado favorables y disminuye la incertidumbre comercial, la criptomoneda líder podría continuar con su tendencia alcista, consolidando su papel como una alternativa de refugio financiero frente a las tensiones geopolíticas actuales.