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Bitcoin vs. Cripto: la diferencia entre especulación y el valor intrínseco

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En los últimos días, muchas personas me han preguntado sobre la moneda del presidente estadounidense Donald Trump, “$TRUMP”, una “meme coin” que, como su nombre indica, es una moneda basada en un meme. Es decir, no tiene un uso particular ni características especiales; su valor depende exclusivamente de que el meme sea lo suficientemente gracioso o atractivo para que la gente la compre.

De todos modos, la curiosidad no es sorprendente, ya que esta moneda ha experimentado un ascenso meteórico en su capitalización de mercado, alcanzando un valor de más de 15.000 millones de dólares. Aunque posteriormente, se estabilizó en torno a los 6.600 millones de dólares, con un precio aproximado de 33 dólares por token. Es el tipo de fenómeno que refleja la volatilidad del mundo de las criptomonedas, y lo que la mayoría busca cuando se adentra en este mundo: invertir algo y cruzar los dedos para tener suerte y volverse rico de la noche a la mañana.

Pero, ¿es realmente esa una forma sostenible de construir riqueza? Las cosas que verdaderamente tienen y generan valor suelen estar ocultas tras cortinas de humo y requieren esfuerzo, comprensión y consistencia. 

Por eso, mi respuesta a todos los que me han preguntado por $TRUMP ha sido la misma: estudia Bitcoin.

Bitcoin, Not Crypto

Primero, es importante aclarar algo fundamental: Bitcoin no es una criptomoneda. De hecho, “el mundo cripto” y Bitcoin tienen menos en común de lo que parece a simple vista.

· Bitcoin (con B mayúscula) se refiere al protocolo de código abierto: una infraestructura digital descentralizada que permite la transferencia y almacenamiento de valor de forma segura y transparente. Léelo otra vez.

· bitcoin (con b minúscula) es la moneda digital en sí misma, la unidad de valor que se transfiere y almacena. La criptomoneda. 

Daily Cover de Forbes USA, con Michael Saylor como protagonista

Las “altcoins”, término que se creó para diferenciar a todas las criptomonedas de Bitcoin, son muy similares a una empresa tradicional. Tienen un CEO, un equipo de marketing, accionistas, socios, etc. Cuando inviertes en cualquier altcoin, estás confiando y apostando en las decisiones de una persona o grupo de personas que compiten contra más de 20.000 otras altcoins en un mercado muy competitivo. 

Cuando inviertes en Bitcoin, no pones tu confianza en personas, ya que no tiene ni trabajadores, ni equipo de marketing, ni CEO. Sino que, como afirma Michael Saylor, fundador y CEO de MicroStrategy: ‘Estás depositando tu confianza en las leyes de la física y la termodinámica’.

Comprender Bitcoin en su totalidad requiere horas de estudio e investigación. En este artículo, nos centraremos en su papel como reserva de valor, una función que lo ha consolidado como el primer activo digital global regulado, accesible a cualquier ciudadano y respaldado ya por instituciones de la talla de BlackRock, Fidelity, Invesco, VanEck, ARK invest, etc.

Bitcoin, capital digital

Según la Real Academia Española, un activo es un “conjunto de bienes y derechos que se espera generen beneficios económicos en el futuro”. 

Los activos tradicionales incluyen bienes inmuebles, acciones, bonos, oro, arte, artículos coleccionables y capital. Es importante destacar que no debemos confundir el concepto de capital con el de dinero; el capital es un activo que conserva o aumenta su valor con el tiempo, mientras que el dinero, debido a la inflación, pierde poder adquisitivo de manera considerable cada año. 

Ningún activo cumple de manera tan sobresaliente con todas las características que definen a un activo valioso como Bitcoin:

· Durabilidad: Su naturaleza digital lo hace el activo más duradero. Cada bloque añadido a la cadena de bloques refuerza su seguridad, y actualmente cuenta con una potencia computacional de 730 exahashes por segundo (EH/s), la red más segura y potente del mundo.

· Divisibilidad: Un bitcoin puede dividirse en 100 millones de partes, llamadas satoshis. Esto lo hace accesible y funcional para transacciones de cualquier tamaño.

· Transferibilidad: Bitcoin se puede transferir globalmente de forma instantánea, segura y sin intermediarios. Además, sus comisiones son de mínimas a nulas.

· Liquidez: Es el único activo que puede venderse cualquier día del año, a cualquier hora, al instante.

· Escasez: Solo existirán 21 millones de bitcoins, de los cuales ya se han minado alrededor de 19.44 millones. Esto hace que Bitcoin sea el único activo realmente escaso del mundo. Esta programación lo convierte en un activo deflacionario, a diferencia de las monedas tradicionales.

· Portabilidad: Puede almacenarse en una billetera digital, o incluso en la mente si aprendes las claves de memoria, y transportarse fácilmente sin importar fronteras nacionales.

· Potencial de apreciación: A lo largo de sus 15 primeros años de existencia, pese a haber sido rechazado institucional y gubernamentalmente, ha mantenido un crecimiento sin precedentes hasta los $104,000 en el momento de escribir este artículo. Un 147% anual desde su creación, un 77% anual los últimos 10 años, un 67% anual los últimos 5 años.

Bitcoin y la adopción institucional

Los primeros 15 años de Bitcoin no fueron fáciles como hemos dicho. Bitcoin ha sufrido altibajos debido a que, como todo lo nuevo, generó miedo y rechazo. 

Fue atacado desde todos los ángulos: algunos países lo prohibieron, líderes políticos y económicos lo tacharon de fraude, y muchos lo descartaron sin siquiera intentar comprenderlo. Sin embargo, ninguna de estas barreras fue suficiente para detenerlo. Con cada caída, Bitcoin se fortaleció, demostrando su resiliencia al alcanzar un nuevo máximo histórico una y otra vez.

Un punto de inflexión llegó el 10 de enero de 2024, cuando se aprobaron los primeros ETFs de Bitcoin. Esto ha sido clave para atraer flujos de capital institucional, que históricamente han transformado mercados emergentes en pilares fundamentales de las finanzas globales. Empresas como MicroStrategy, que cuenta con más de 470.000 bitcoins en su balance, o BlackRock, que maneja más de 10 billones de dólares en activos bajo gestión y cuenta con millones de clientes, están liderando este cambio. Otros ejemplos de empresas invirtiendo y ofreciendo Bitcoin a sus clientes son: Grayscale, JP Morgan, Fidelity, BNP Paribas, Bank of America,Paypal, Visa, Tesla, Etc

Con este cambio de paradigma, los próximos 15 años prometen ser transformadores para Bitcoin. La entrada de países e instituciones que administran billones en activos, está ayudando a cambiar la narrativa de ver Bitcoin como una apuesta especulativa, para consolidarse como la reserva de valor global óptima..

Los próximos años no solo definirán el futuro de Bitcoin, sino también el de un sistema financiero más inclusivo, transparente y resistente.

Conclusión: protege tu tiempo, protege tu futuro

El tiempo es el activo más valioso que tenemos. Lo intercambiamos cada día por dinero, con la esperanza de que este conserve su valor y nos permita alcanzar nuestras metas. Sin embargo, en un sistema inflacionario, ese dinero pierde poder adquisitivo constantemente, diluyendo y robando nuestras horas de trabajo y esfuerzo. Esta constante erosión no solo roba nuestro esfuerzo pasado, sino que también complica la planificación de nuestro futuro.

Bitcoin ofrece una alternativa radical a este sistema. Como el primer activo digital verdaderamente escaso, transforma tu tiempo y trabajo en valor duradero. Su emisión limitada a 21 millones de unidades y su arquitectura descentralizada garantizan que no pueda ser manipulado por gobiernos, bancos o intereses particulares. Bitcoin es inmune a la inflación, y su diseño programado asegura que con el tiempo no pierda valor, sino que lo preserve y potencie.

Invertir en tu educación sobre Bitcoin es más que una decisión financiera, es una apuesta por proteger tu tiempo, tu esfuerzo y tu futuro. El futuro no espera, y quienes actúan primero son los que más se benefician.

Michael Saylor – «Vas a pasar 40.000 horas de tu vida intentando ganar dinero; merece la pena dedicar al menos 100 horas de tu vida a aprender cómo conservarlo».

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