El concepto de un megaciclo alcista se refiere a un periodo sostenido de crecimiento impulsado por una demanda robusta y una oferta limitada. En este contexto, bitcoin tiene características únicas: su oferta rígida, fijada en 21 millones de unidades, lo convierte en un activo propenso a «sobre-reaccionar» ante aumentos en la demanda. Este fenómeno genera un efecto de retroalimentación positiva, donde el aumento de precios atrae más interés, amplificando el rally.
Aunque la capitalización de mercado de bitcoin está en torno a los 1,91 billones de dólares, este ciclo presenta una novedad: la entrada de inversores institucionales. Si bien los ciclos anteriores estuvieron dominados por inversores minoristas, la demanda actual de ETFs ha abierto las puertas a grandes capitales. Este factor podría llevar a la cripto reina a entornos de precios entre 200,000 y 250,000 de dólares, aunque los expertos no descartan correcciones significativas durante el proceso.
Y si el precio del oro alcanza máximos históricos no registrados desde hace más de 40 años, bitcoin brilla más que nunca. Un ejemplo de ello, nos lo muestra Michael Saylor, cofundador y actual presidente de MicroStrategy. Las inversiones de la compañía en bitcoin generaron ganancias de 5,400 millones de dólares, lo que equivale a 500 millones diarios, consolidando su apuesta por este activo como un pilar estratégico, según Saylor, en el último mes.
Bitcoin todavía está lejos de competir a corto plazo. Para igualar al metal precioso, bitcoin necesitaría superar el millón de dólares por unidad. No obstante, a largo plazo, su proceso de monetización podría permitirle alcanzar niveles similares, impulsado principalmente por la adopción entre nuevas generaciones.
Visión de los expertos: factores clave del rally de bitcoin
El 2024 ha sido un año lleno de catalizadores que han reforzado el mercado de bitcoin. Entre ellos, la aprobación de ETFs ha sido crucial, permitiendo la entrada de grandes volúmenes de dinero a través de un vehículo accesible y regulado.
La aprobación de ETFs en EE. UU. ha sido un punto de inflexión en la trayectoria de bitcoin. Estos productos han permitido a inversores tradicionales exponerse al activo sin necesidad de gestionarlo directamente, reduciendo barreras de entrada y aumentando la demanda. Esto, combinado con una mayor madurez del mercado, ha permitido desarrollar estrategias financieras más sofisticadas, como la utilización de derivados para gestionar la volatilidad. A medida que el mercado evoluciona, los ETFs continúan desempeñando un papel central en la popularización de bitcoin.
Asimismo, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU. ha dado un impulso adicional, transformando el panorama para empresas del sector y el ecosistema en general. A estos factores se suma el ciclo natural de bitcoin vinculado al halving, que reduce la emisión de nuevos bitcoins y refuerza la escasez del activo.
Leif Ferreira, cofundador y CEO de Bit2Me, plantea una perspectiva optimista para bitcoin en 2024, anticipando la posibilidad de alcanzar los 100,000 dólares. Sin embargo, lo más significativo no es el precio en sí, sino lo que representa este hito histórico en “un bear Market un tanto atípico, con bastante actividad preparándose para estos años, a nivel de retail, instituciones y regulaciones”.
Según Ferreira, los catalizadores antes mencionados podrían marcar el inicio de un megaciclo alcista, un fenómeno inédito en términos de escala. Si bien los análisis técnicos predicen objetivos de precios entre 150,000 y 300,000 dólares, Ferreira cree que bitcoin podría alcanzar un punto intermedio en torno a los 200,000, con la posibilidad de superar estas cifras si el interés institucional sigue creciendo.
En el escenario del sistema financiero actual y, dado que el Fiat no parece tener planes de dejar de emitirse, si pensamos a medio/largo plazo, el máximo al que puede llegar bitcoin no parece tener techo y el Fiat no parece tener suelo, explica el cofundador de Bit2Me.
Sin embargo, el camino hacia la adopción masiva no estará exento de correcciones, las cuales ofrecen oportunidades para acumular más bitcoins mediante estrategias como el Dollar Cost Averaging (DCA). Esta técnica consiste en dividir las inversiones en montos regulares y constantes, reduciendo el impacto de la volatilidad y facilitando una acumulación disciplinada.
Regulación y el impacto político
Uno de los cambios más significativos que podría acelerar el crecimiento de bitcoin es el giro en la política estadounidense. Jesús Pérez, fundador de Crypto Plaza y profesor del Máster en Blockchain e inversión en Activos Digitales del IEB, destaca cómo la victoria de Trump ha transformado las expectativas para el sector.
Trump va aupando su compromiso con la cripto industria con figuras clave en el ecosistema como Howard Lutnick, director ejecutivo de Cantor Fitzgerald y evangelizador de bitcoin, como secretario de Comercio. Lutnick demuestra un fuerte compromiso con la industria cripto.
El cambio más esperado es la salida de Gary Gensler, presidente de la SEC, quien ha sido criticado por su enfoque regulatorio restrictivo. Según Pérez, esto despejaría el camino para normativas más claras, lo que reduciría las tensiones entre las instituciones y el sector cripto. Además, Trump planea implementar incentivos fiscales para fomentar la adopción de criptomonedas y convertir a EE. UU. en un hub global de criptoactivos. “La creación de una reserva estratégica de BTC por parte de la Reserva Federal probablemente sea el mayor impulso institucional que podría tener bitcoin como activo monetario”, subraya Pérez.
Riesgos y desafíos para bitcoin
A pesar del optimismo, los expertos señalan que bitcoin enfrenta varios retos importantes. Entre ellos se incluyen:
1. Actualización tecnológica: La criptografía subyacente y la infraestructura de la red deben evolucionar para mantenerse seguras y escalables.
2. Concentración de riqueza: Grandes actores como MicroStrategy y los ETFs controlan una proporción significativa de los bitcoins disponibles, lo que podría limitar la liquidez y aumentar la volatilidad.
3. Regulación: Aunque hay avances hacia un entorno regulatorio más favorable, normativas estrictas en otros países podrían ralentizar la adopción global.
Sin embargo, según Ferreira, estos desafíos no deberían eclipsar el potencial de bitcoin como activo de reserva. Ni siquiera las restricciones regulatorias más exigentes parecen capaces de frenar el crecimiento proyectado para los próximos años.
Niveles de resistencia y proyecciones futuras
En términos técnicos, bitcoin se encuentra en una fase de subida libre, sin resistencias previas significativas, resalta Pérez. Sin embargo, los analistas identifican varios niveles clave: En el corto plazo, los 100,000 dólares representan un nivel psicológico importante, seguido de objetivos más ambiciosos en 150,000 y 250,000 dólares.
Las correcciones son esperables, especialmente en un mercado que aún es relativamente estrecho. Estas fluctuaciones son vistas por los expertos como oportunidades para consolidar posiciones, particularmente en estrategias a largo plazo.
El fundador de Crypto Plaza opina que este cambio toma por sorpresa a todo el sector financiero, que ahora se apresura a adaptarse y competir ofreciendo estos activos. Esto contrasta con la actitud predominante de hace unos meses, cuando los activos digitales eran prácticamente ignorados o incluso vetados en el ámbito institucional.
Bitcoin está en una encrucijada histórica, con un potencial de crecimiento significativo respaldado por factores macroeconómicos, avances regulatorios y una creciente adopción institucional. Aunque existen riesgos y desafíos en el horizonte, el panorama general sugiere que estamos en el umbral de una nueva era para este activo digital. Si el megaciclo alcista se materializa, 2024 podría ser recordado como un año decisivo en el camino hacia la adopción masiva de bitcoin como reserva de valor global.