El mercado de los criptoactivos ha comenzado un desinfle que muchos estaban esperando como agua de mayo. Los excesos no suelen ser buenos y las subidas desorbitadas requieren de templanza, además de ajustes. Las limpias de las malas hierbas son necesarias. Un hecho que parece que se está produciendo en el espacio de las criptomonedas que, recientemente, había llegado a doblar la valoración de las hipotecas subprime –o basura– con una capitalización de 2,2 billones de euros, frente a los 1,2 billones de euros, respectivamente.
El conocido como criptoinvierno empezó a cobrar más entidad con el desplome total del token de Terra Luna y abrió el debate sobre si muchos criptoactivos se pueden enmarcar en estafas tipo esquema Ponzi. ¿Qué está sucediendo para que esta tormenta sea ahora el pan de cada día de los inversores?
En lo referente al denominado “crack del mercado cripto” hay dos fases. Una que va desde finales de noviembre 21 hasta abril 22 que la corrección ha sido debido a la situación financiera en general en donde los inversores ante el nuevo escenario macro se han refugiado claramente en la liquidez (USD) donde el Bitcoin y la renta variable, más concretamente el Nasdaq, han tenido un comportamiento muy similar. Y la otra, de la corrección, ha sido en el mes de mayo 22 debido al ataque sufrido en la stablecoin algorítmica LUNA.
“Esto ha supuesto un test de stress para el ecosistema de las criptomonedas, donde la corrección en este activo ha sido mayor que en el resto de los activos financieros”, resalta Alberto Gordo, cofundador y CIO de Protein Capital.
Según José María Prieto, CMO de Tutellus, hay múltiples factores que afectan a la liquidez y a la confianza, que es lo que mueve los mercados. “La política monetaria de la FED, la guerra, el estado de los bonos, la caída de los mercados en general son elementos que ya nos habían colocado en un mercado lateral con tendencias bajistas”, asegura. “Pero en la última semana, sin duda el caso de Terra ha sido el elemento más desestabilizador, un tsunami, porque ha provocado mucho miedo, desconfianza y ha volatilizado muchísimo dinero”, confirma.
En efecto, la causa de mayor peso para explicar el reciente comportamiento del mercado cripto es el desplome de UST. El mecanismo de quema y redeem de UST y Luna, simplificado al máximo como emisión de deuda de uno de los pares en y siempre se puede devolver al otro. “El diseño de esta moneda estable algorítmica ha funcionado bien cuando ambas capitalizaciones totales de mercado estaban a la par, a pesar de que aún no está claro seguramente un ataque coordinado ha provocado un desbalanceo, pérdida de la paridad con el dólar por parte de UST, y por tanto afectando a toda la confianza del ecosistema”, concreta Alberto Fernández, profesor del Programa Especializado en Blockchain e Innovación Digital del IEB.
De igual manera, la política de la FED y las amenazas regulatorias afectan a magnificar este evento, que no es habitual, pero sí es posible que ocurra con un alto grado de innovación que tiene esta moneda estable. “Este acontecimiento es uno de tantos crashes que han ocurrido en los últimos 12 años. A pesar de ello, los índices de volatibilidad de las principales criptomonedas siguen teniendo una mejora a largo plazo”, ahonda Fernández.
Las stablecoins algorítmicas tienen que mejorar su diseño, y prever con respecto a código que situaciones de este tipo tengan su apropiado mecanismo de reacción. “Para evitar este tipo de situaciones, hay dos claves: diversificación y estrategia de protección de capital cuando el mercado entra en ciclo bajista”, indica el profesor del IEB. En opinión de Javier Castro-Acuña, business controller de Bitnovo, acontecimientos como lo vivido con Terra sirven para recordar que hay que aplicar el sentido común no poniendo todos los huevos en la misma cesta y diversificar los riesgos. “No hay que invertir en lo que no se entienda”, comenta.
El miedo a las estafas piramidales
¿Lo que ha ocurrido en el sector de las criptomonedas se puede tachar como una estafa piramidal o un esquema Ponzi? Es decir, un fraude que se produce cuando una persona estafadora o hub recoge el dinero de personas inversoras y lo utiliza para pagar supuestas ganancias a las personas inversoras de etapas anteriores, en lugar de invertir o administrar el dinero.
Desde el punto de vista de Enrique Palacios, CCO de Onyze, para ser considerado una estafa piramidal, el único valor del proyecto debería estar basado en el beneficio obtenido en su mayor parte en aportaciones de los nuevos usuarios y no ha sido el caso. “La propuesta de Terra es ser una red descentralizada de pagos con un token nativo como Luna, con una utilidad específica que es la de garantizar la seguridad de la red y hacer staking”, analiza.
“Lo que ha ocurrido es que, en un contexto negativo del mercado, se ha comprobado que el diseño del algoritmo que permitía mantener la paridad con el dólar de la moneda estable UST, era muy deficiente, puesto que los creadores de esta red se dieron cuenta hace unos meses e intentaron incrementar el colateral adquiriendo bitcoins, lo cual se ha demostrado insuficiente”, ahonda.
Una visión que coincide con la de Ismael Santiago, profesor y doctor en finanzas de la Universidad de Sevilla y CEO de Olivachain I+D+i: “quiero pensar que eso no es una estafa piramidal, puesto que lo que aconteció fue que —aparentemente de la nada— se sacaron del mercado miles de millones de dólares en UST lo que sacudió el mecanismo aritmético de estabilización del valor”.
“Para mantener el precio de UST lo más estable posible, el algoritmo de Terra inició la quema de tokens de UST a cambio de los tokens Luna; el shock de oferta desencadenó la caída del precio de Luna y el pánico de mercado hizo el resto, de modo que, al caer ambas al mismo tiempo, no hay incentivo de compra para ninguna y la cotización desciende”, afirma Santiago.
Otro detalle importante es el protocolo Anchor, que prometía retornos de 20% anual en dólares a quienes depositaran sus UST en la plataforma. El sábado anterior a la caída, estos depósitos comenzaron a menguar, por el dump de UST. Anchor albergaba el 75% de todo el suministro circulante de UST, es decir, 14.000 millones de dólares sobre un suministro circulante total de 18.000 millones.
“En pocas palabras, nunca hubo interés real por UST más allá de la ganancia que se podía cosechar por tener los tokens en este protocolo. No hay razones creíbles para que Anchor diera rendimientos de 20%, pero para Terraform Labs era la entrada perfecta a UST y una gran campaña de marketing (…) Al no haber otra razón para quedarse en el protocolo, los capitales se fueron en busca de mejores rendimientos”, explica Santiago.
Tal y como cuenta Prieto, se habla de estafa y Ponzi “con demasiada ligereza”. Desde su punto de vista, un fraude de este tipo requiere de una intencionalidad de engañar y de un mecanismo orientado a llevarse el dinero de los inversores, dándoles el dinero que entra como si fuera rentabilidad para huir con el dinero en un momento dado. “Creo que Terra no encaja en absoluto con esa descripción, ha sido un proyecto tecnológico tremendamente innovador que no estaba lo suficientemente bien diseñado para resistir el ataque pánico que han generado el ataque financiero”, argumenta.
Y Raúl López, Country Manager de Coinmotion España, va se mueve hacia ese mismo camino: “lo sucedido con UST y Luna ha sido algo puntual y que no ha sido consecuencia de un fallo de la tecnología Blockchain, sino de una mala planificación de un proyecto determinado”.
Evitar los esquemas Ponzi en el mundo cripto
No obstante, la realidad es que sí hay estafas dentro del entorno de las criptomonedas. La cuestión es qué puede hacer el inversor para poder evitarlas. ¿Existe algún denominador común?
Para Santiago hay que considerar tres aspectos. “En primer lugar, analizar en profundidad el modelo de negocio y la propuesta de valor diferencial que ofrecen los whitepaper de los proyectos que salgan al criptomercado”, dice.
“Por otra parte, analizar la solvencia técnica y experiencia contrastada del equipo promotor, para esto último podemos utilizar LinkedIn como nuestra mejor herramienta; y, por último, analizar económicamente el tokenomics propuesto por el proyecto empresarial que sale al criptomercado y si está perfectamente alineado con el modelo de negocio y la propuesta de valor ofrecida por tal proyecto empresarial, contenido en su whitepaper”, describe.
Palacios envía ese mismo mensaje de prudencia en el plano inversor al asegurar que la mayoría de estas estafas piramidales nos contactan a través de canales o redes sociales sin ninguna garantía de la identidad de las personas que están detrás de estos proyectos. “Suelen venir siempre aparejadas de promesas de altos rendimientos, asociadas a personajes públicos o deportistas famosos que son utilizados como gancho sin su consentimiento”, expone. “Es importante trabajar en equipo, con una comunidad de gente que invierte como tú y que sean de fiar para que entre todos se puedan decidir por los mejores proyectos, entendiendo los riesgos”, concluye Prieto.