Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Lehigh ha relevado que existe una clara vinculación entre las acciones laborales que llevamos a cabo una vez acabado nuestro horario de trabajo y el agotamiento psicológico.
Los investigadores recogieron datos de 365 adultos con trabajos cuya rutina laboral incluye el envío constante de correos electrónicos. Durante el estudio, los investigadores se encontraron con que las personas que solían contestar correos electrónicos fuera de su horario de trabajo experimentaban un mayor agotamiento psicológico.
Según el estudio, ese agotamiento psicológico también afecta a la conciliación de la vida familiar y laboral. Los autores señalan que una investigación anterior puso de manifiesto que, incluso, mirar la bandeja de entrada sin contestar a nada estando también fuera de horario impedía el restablecimiento de la energía mental y física que se gasta durante la jornada de trabajo.
“El correo electrónico es muy conocido por ser un impedimento del proceso de recuperación. Su gran accesibilidad contribuye a experimentar sobrecarga de trabajo, ya que permite a los empleados a participar en el trabajo como si nunca se hubieran marchado de la oficina y, al mismo tiempo, inhibe su capacidad de separarse psicológicamente de las cuestiones relacionadas con su empleo a través de la conectividad continua”, aseguran los autores del estudio según recoge la revista Money.
Además, no influye la hora en la que se responda al correo ni lo largo que sea. Da igual que sean 5 minutos o dos horas después de abandonar la oficina, el simple hecho de entrar al correo electrónico ya es suficiente para agotar mentalmente a las personas. De hecho, uno de los objetivos de este estudio es demostrar que el correo electrónico es un factor altamente relacionado con el estrés laboral.