Empresas

Las reglas básicas de una empresa familiar exitosa

1. La sucesión se hace inevitable: acéptala y contrata agentes externos que te ayuden a llevarla a cabo una vez toque el momento.
2. Delegar la empresa es un trabajo lento y costoso, no has de tener prisas en cuanto a ello. Que cada familiar pruebe sus fortalezas y debilidades de cara al negocio se hace necesario.
3. Tendrás que tener en cuenta los tres enfoques básicos: el legal donde queda reflejado temas de divorcio, matrimonios o separaciones; el código familiar donde se basa la organización y el enfoque humano, donde se tratará a cada sujeto como un humano y no un factor de producción.
4. Dejar por escrito todo lo planeado para un futuro: no basta con verbalizarlo, hay que dejarlo constante de forma escrita y a ser posible bajo un amparo legal. Quién, cómo y cuándo va a suceder ha de estar bien atado.
5. Piensa en ti mismo cuando delegues la responsabilidad. Nadie cae en este aspecto, pero los factores personales y económicos han de tenerse en cuenta cuando te despides del mando.
6. Salvaguarda los intereses familiares y empresariales eligiendo con la cabeza cómo funcionará tu negocio una vez tú no estés. Esto quiere decir que aparques el corazón –en la medida de lo posible- para un futuro esperanzador.
7. Imparte leyes de liderazgo a los nuevos: así tu sucesor tendrá madera de líder. Cómo tratar con la gente, cómo salir de un apuro o los secretos de una administración exitosa son parte de las tramas a enseñar.
8. Asegúrate de que los directivos de la empresa tienen continuidad en ella y participan. Conoces consejos y puntos de vista distintos por parte de todos los responsables será la clave para una sucesión bien llevada.
9. Es necesario que exista el factor de la ilusión a la hora de relevar puestos: si no, no perdurará en el tiempo. Que los que cogen el callao se sientan motivados y con ganas es más importante que todas las reglas anteriores juntas.
10. Una fusión, venta del negocio o alquiler del mismo… ten otras opciones en mente si la sucesión se ve imposible. Pero tranquilo, con una buena organización no hay qué temer.