Los 50 mejores CEO de 2019 han tenido que superar hasta cuatro filtros para poder figurar en el ránking de Forbes.
► EL primero es que las únicas empresas que pueden participar tienen que cumplir ciertos requisitos objetivos. Para empezar, todas debían ser cotizadas y estar presentes en los índices bursátiles españoles. Eso permitió que se pudieran comparar fácilmente sus resultados y que su información pública fuese amplia y accesible.
► Para continuar, y en línea con lo que exigen otras clasificaciones como la ‘Harvard Business Review’, debían tener prioridad los CEO que hubiesen arrojado en España una rentabilidad para el accionista superior tanto a la media de las cotizadas como a la media de las cotizadas de su sector. El objetivo, reafirmar que lo hubiesen hecho mejor que la mayoría desde el punto de vista general y el de sus competidores más directos. Queríamos corregir el sesgo que favorece a las empresas que destacan sólo porque se encuentran en segmentos privilegiados y no por la calidad de sus gestores.
► El segundo filtro lo representaba la votación de un jurado compuesto por bancos de inversión, gestoras de activos, headhunters, consultoras y escuelas de negocios. Era la forma de incluir en el veredicto aspectos tan diversos y fundamentales como la gestión financiera, la transformación digital, el liderazgo, la gestión y atracción del talento o la capacidad estratégica. En esta edición, entre otros, han participado como jueces las escuelas de negocios IE, ISDI, ESADE y EADA, el grupo financiero Beka Finance, gestoras y sociedades bancarias, las consultoras KPMG, Interbrand y Talengo y los expertos en recursos humanos Grupo Actual y Spencer Stuart. Eligieron, confidencialmente y sin un ranking prefijado, a sus 25 mejores CEO de 2019, clasificados en un listado, entre las empresas cotizadas en España y dando prioridad en su selección a los que hubieran sobresalido financieramente.
► El tercer filtro pasó por sumar los votos de cada uno y deshacer los numerosos empates ‘premiando’ a las que, en igualdad de votos, se hubieran situado más arriba en los listados individuales del tribunal. Los escasos empates que quedaron se resolvieron dando preferencia a las compañías de mayor capitalización.
► El cuarto filtro tuvo en cuenta la forma en que los gestores se ajustaban a valores editoriales de Forbes como la apuesta por la innovación, la defensa de la libertad de empresa o el liderazgo. Esta última selección dio lugar, finalmente, a la clasificación de los 50 mejores CEO de 2019.